Redacción Negocios
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Los apagones seguirán rondando durante este año mientras no aumente la oferta de energía eléctrica.
El Plan Maestro de Electrificación 2009-2020, aprobado por el Consejo Nacional de Electricidad (Conelec) el 5 de noviembre del año pasado, determinó la necesidad de incorporar nuevas centrales de generación eléctrica, con una potencia promedio de 300 megavatios (MW).
USD 280 millones
Gastó el Gobierno en compra de turbinas y alquiler de energía por la crisis.
Esto debe conseguirse antes de que llegue el estiaje (falta de lluvias) en octubre próximo.
Para calcular la necesidad de nueva energía, los técnicos del Conelec hicieron cuatro escenarios, en función del crecimiento de la demanda y la hidrología en la zona austral, donde está la mayor hidroeléctrica del país: Paute.
Al considerar un crecimiento normal de la demanda, el país requerirá de nuevas centrales que aporten 220 megavatios de potencia, similar a lo que aporta la central Hidroagoyán.
Si la demanda aumenta en los sectores residencial, y sobre todo industrial, las necesidades llegan hasta 400 MW.
Hay que considerar que se trata de nueva generación, es decir, no contempla las plantas termoeléctricas que se instalan actualmente para cubrir el déficit del año pasado.
De acuerdo con la planificación del Ministerio de Electricidad y del Conelec, la mayor demanda de este año se cubrirá con energía proveniente del agua y de la quema de combustibles.
La central hidroeléctrica Mazar, que mejorará la operación de Paute, pero que también aportará con 160 MW, entrará en operación en unos cuatro meses
En un inicio, Mazar debía entrar en operación en marzo del año pasado. Sin embargo, “debido a un retraso en la construcción de la presa”, se postergó hasta septiembre de 2009, según la página web del Conelec. Para esa fecha ya había llegado el estiaje (falta de lluvias), lo cual volvió a postergar su entrada en operación.
Pese a que las obras civiles ya concluyeron, se requiere de lluvias constantes en la zona austral para que se llene el embalse de la presa.
Esta tarea se prevé cumplir entre abril y mayo próximos, cuando los ríos que alimentan a Mazar alcancen caudales por sobre los 120 m3/s. Ayer estaban en 30 m3/s, en promedio.
Debido a que Mazar no será suficiente este año, el ministro de Electricidad, Miguel Calahorrano, indicó que en las próximas semanas hará una convocatoria para comprar turbinas que funcionen a gas y que se instalarán en Machala. Esta nueva central termoeléctrica tendrá una potencia entre 100 MW y 150 MW.
Técnicos del Ministerio de Electricidad indicaron que la licitación puede llegar a 350 MW.
Adicionalmente, para el segundo semestre de este año se espera que opere el primer grupo de motores coreanos Hyundai, que fueron adquiridos a través de Cuba.
En total son 68 motores con una potencia de 150 MW, pero para esta año solo entrarán 40 MW. Estos motores se instalarán en Sacha, Manta, Shushufindi, Montecristi y Santa Elena.
La planificación es clave
E ex presidente del Conelec, Rubén Barreno, indicó que este año deben ingresar al menos 300 MW de potencia adicional, lo cual permitirá al país tener un respaldo mínimo de energía para cualquier eventualidad.
Para ello, advierte que deben iniciar inmediatamente los procesos de licitaciones internacionales de compra de energía, ya que estos concursos pueden demorar hasta seis meses.
Adicionalmente, se debe garantizar la provisión del combustible para todo el parque generador térmico del país y cumplir fielmente con los cronogramas de mantenimiento.
Para el catedrático de Ingeniería Eléctrica de la Escuela Politécnica Nacional, Jesús Játiva, el Gobierno debe tomar en cuenta que un sistema eléctrico requiere de generación térmica eficiente, a pesar de que cuenta con grandes fuentes hídricas.
Advierte que la crisis eléctrica en el país obedece a la mala administración de las entidades del sector y a la corrupción a lo largo de la cadena: producción, distribución y comercialización de la energía, que ha mermado los fondos para el desarrollo de proyectos de expansión.
El consultor, Ricardo Buitrón, cree que el Conelec debe analizar de forma urgente el estado actual del equipamiento de generación, la entrada en operación de las nuevas centrales térmicas e hídroeléctricas y el crecimiento de la demanda nacional. Esto con el fin de definir un plan a corto plazo para evitar los cortes y dejar de depender de Colombia y Perú.