Bogotá, DPA
El embajador de Estados Unidos en Colombia, William Brownfield, aseguró que su país está dispuesto a compartir los detalles del acuerdo de seguridad que próximamente firmará con el gobierno colombiano porque “no hay nada que esconder”.
El embajador aseguró que una vez se concluyan las traducciones del texto que se negoció ambos gobiernos determinarán si dan a conocer el acuerdo en su totalidad o sólo algunos detalles.
“En ningún país del mundo se presenta la totalidad de los acuerdos bilaterales, pero si esa es la voluntad de los dos países será presentado, no tenemos nada para esconder, es un acuerdo de rutina”, declaró.
“El acuerdo contempla el acceso a la base de Palanquero y otras bases para las mismas misiones que hemos visto durante los últimos diez años que es la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo”, agregó.
Brownfield expresó que aunque su país no es integrante de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que ha expresado su preocupación por la presencia de nuevos militares estadounidenses en siete bases castrenses colombianas, le interesa tener buenas relaciones con los miembros de ese organismo multilateral.
En este sentido, recordó que recientemente el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, habló por teléfono con su par de Estados Unidos, Barack Obama, y le expresó su preocupación por el nuevo acuerdo de seguridad.
La presencia de nuevos militares estadounidenses en territorio colombiano fue el principal tema de discusión de la cumbre extraordinaria de Unasur, que se realizó hace una semana en la ciudad argentina de Bariloche.
Si bien en la reunión no se condenó el nuevo pacto de seguridad que Colombia suscribirá con Estados Unidos, el organismo expresó su preocupación por el hecho y manifestó su deseo porque la región se convierta en un “territorio de paz”.
Respecto al denominado “Libro blanco”, que delinea la estrategia global militar de Estados Unidos, y que fue presentado por el presidente venezolano, Hugo Chávez, durante la reunión de Unasur, el embajador estadounidense insistió en que se trata de un texto académico y no operacional.
El diplomático también precisó que el nuevo pacto de seguridad con Colombia tendrá vigencia por diez años y su propósito es actualizar los acuerdos de 1952, 1962 y 1974 que ya tenían los dos países.
“Vamos a ver las mismas misiones el mismo número de militares. El numero de militares y contratistas no va a cambiar, para 2007 había unos 580 militares en Colombia, en este momento hay 250, es decir que la tendencia es hacia abajo porque es una decisión del Congreso estadounidense de reducir los apoyos militares”, expresó.
Respecto al tema de la inmunidad, que ha sido uno de los más sensibles en Colombia, señaló que ni el gobierno de Estados Unidos ni el colombiano quieren permitir que haya impunidad y por ello los sistemas legales de los dos países “están investigando con colaboración de las personas que dicen que son víctimas”.
“Durante los últimos diez años hay 10 000 militares que han pasado por Colombia por días, semanas o meses y contratistas unas 20 000 personas para apoyo al Plan Colombia. Durante esos diez años hemos tenido seis casos de delitos, es una cifra que es bastante menor que las cifras de delincuencia en Colombia y en Estados Unidos”, señaló.
Brownfield igualmente declaró que no se puede separar a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) del concepto de drogas ilícitas e insistió en que con el nuevo acuerdo “realmente no cambia nada” de lo que venía ocurriendo hace diez años entre Bogotá y Washington.