La familia de Steven Sotloff rompió el silencio 24 horas después de la decapitación del periodista estadounidense a manos de los jihadistas del Estado Islámico (EI), al enviar un mensaje a su líder.
“Tengo un mensaje para Abu Bakr al-Baghdadi“, dijo, en árabe, el vocero de la familia, Barak Barfi.
“El mes de Ramadán es el mes de la misericordia. ¨Dónde está la tuya?”. “Wayluk”, agregó Barfi, una palabra en árabe que quiere decir ‘cometer un gran pecado’. Y todavía más: “Estoy aquí para discutir con bondad. No tengo una espada en la mano y estoy listo para tu respuesta”.
Tras haber leído el comunicado, que contenía además algunos pasajes del Corán, el vocero de los Sotloff se dirigió a los numerosos periodistas apostados frente a su casa en Miami. “Hoy estamos doloridos. Esta semana lloramos. Pero surgiremos de este calvario (…) no permitiremos a nuestros enemigos que nos tengan de rehenes con la sola arma de la que disponen: el miedo. No olvidaremos”.
El comunicado de la familia tiene lugar a pocas horas de la declaración de Barack Obama: “No nos dejaremos intimidar”, puntualizó el presidente estadounidense desde Tallín, Estonia. Steven no era un “fanático de la guerra”, “quería solamente dar una voz a aquellos que no la tenían”, aclaró Barak Barfi, amigo intimo de Steven.
El vocero aseveró que el periodista eligió viajar a las zonas devastadas por la guerra en lugar de contentarse con una vida cómoda en Estados Unidos. Sus artículos periodísticos fueron publicados en Time y en Foreign Policy.
“Steve no era un héroe. Como todos nosotros, era un hombre simple que intentaba hallar lo bueno escondido en un mundo de tinieblas”, afirmó Barfi. “Finalmente sacrificó su vida para narrar sus historias al mundo (…) tenía un ánimo gentil que este mundo seguramente echará de menos”, concluyó.