Los directivos Wilson Cabrera (i), Arcesio Patiño y Vanesa La Fuente hablaron en representación de las clínicas privadas en Santo Domingo de los Tsáchilas sobre retrasos en los pagos a establecimientos de salud privados. Foto captura de la rueda de prensa en línea
Representantes de hospitales y clínicas privadas de Santo Domingo de los Tsáchilas alertaron sobre retrasos en los pagos por servicios a pacientes que fueron derivados de la red pública a esas casas de salud, en esta provincia.
Directivos de estos establecimientos informaron en rueda de prensa virtual que la deuda se registra desde diciembre del 2018 por atenciones en hospitalización, diálisis, quirófano, medicina interna y otros servicios.
Este martes 21 de abril de 2020, señalaron que esta situación afecta a los hospitales Torre Médica San Andrés y Nova Clínica Santa Anita y también a la clínica del riñón Renal Center cuya deuda en total asciende a USD 8 millones. El monto pendiente con el hospital Saludesa no se dio a conocer.
Wilson Cabrera, representante de la Torre Médica San Andrés, señaló que desde antes de la actual crisis están pidiendo una solución a la falta de estos pagos que en su caso es de USD 2 millones.
También aseguró que todas las clínicas cumplieron con la entrega oportuna de los documentos que exige el Estado a los acreedores privados. El mayor retraso con estos establecimientos lo tiene el Ministerio de Salud.
La vocera de esta Cartera de Estado en la provincia, Pércides Quiñónez, informó que se hará la consulta respectiva para conocer el estado de esta deuda. Aunque anticipó que en este momento los esfuerzos están centrados en atender la emergencia sanitaria por el coronavirus, que requiere de un apoyo conjunto de toda la red de salud pública y privada.
Arcesio Patiño, de la clínica Santa Anita, aclaró que en ningún momento han negado las atenciones a los pacientes derivados de hospitales públicos. “Ratificamos nuestra voluntad de servicio con los ciudadanos de Santo Domingo más aún en esta emergencia sanitaria”.
No obstante, el directivo dice que la iliquidez los tiene limitados para la compra de los insumos que se necesitan para la atención ya que ellos también tienen deudas con proveedores y el personal. A esta clínica también le adeudan USD 2 millones.
Desde marzo pasado, los establecimientos de salud privados tienen derivaciones de pacientes desde Manabí, Los Ríos, Esmeraldas y Guayas. Llegan hasta 120 personas, en promedio, al mes.
La clínica del riñón, por ejemplo, ha atendido a 300 pacientes de estas provincias. Su representante, Vanesa La Fuente, indica que no se puede negar a dar una diálisis a los pacientes. Pero teme que la falta de recursos les haga colapsar el servicio porque no se podrán comprar más equipamientos e insumos para las máquinas. A Renal Center le adeudan USD 4 millones.
Además, en un comunicado, los representantes de estos establecimientos, señalaron la importancia de sus funciones en el marco de la emergencia sanitaria.
“Sabemos que los hospitales públicos están colapsados y en ese caso las clínicas privadas podemos atender a los pacientes con la calidad que se requiere”, dijeron.
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