Odebrecht usó un complejo esquema para encubrir las coimas

Según la fiscalía brasileña, los países que han solicitado documentos sobre el caso Odebrecht podrán enviar a sus fiscales para recibir las pruebas desde el 1 de junio, al vencer el plazo de sigilo internacional. Foto: Archivo EFE

La brasileña Odebrecht usó el sistema secreto de comunicaciones ‘Drousys’ para discutir y arreglar el pago de sobornos.
Mediante detalladas hojas de cálculo, sus directivos indicaban quién recibió dinero, qué monto, por qué obra y a través de qué ‘offshore’. Todo funcionaba bajo un sistema de apodos y contraseñas que era dirigido desde la División de Operaciones Estructuradas, también conocida como el “departamento de coimas”.
Así lo revela la asistencia penal que Estados Unidos envió al Ecuador y que ahora forma parte del expediente por asociación ilícita en el que está investigado el vicepresidente Jorge Glas, su tío Ricardo Rivera y otras 16 personas.
En esos documentos se revelan 56 correos electrónicos que intercambiaron los funcionarios de la constructora brasileña entre junio del 2012 y diciembre del 2014.
Los correos detallan cómo debían sustentar los pagos con facturas y a su vez cómo se debían triangular los montos a través de terceras empresas.
En esa correspondencia, los ejecutivos no usan sus nombres, sino que se identificaban con apodos como ‘Visamark’, ‘Claude’, ‘Noshua’, ‘Waterloo’ ‘Tumaine’ ‘Gigo’ y ‘Gigiho’.
Las autoridades de Brasil identificaron a ‘Visamark’, como Marcos Grillo, un operador financiero y delator del caso Lava Jato. Él dirigía un área de Odebrecht que se encargaba de generar recursos para el departamento de coimas. El resto de los apodos aún se encuentran en investigación.
La primera asistencia penal que EE.UU. entregó de la Fiscalía de Ecuador, el 1 de febrero de 2017, establece que ese sistema de comunicaciones era exclusivo de altos directivos y que también sirvió para coordinar pagos en efectivo.
En uno de los correos de diciembre del 2013, entre ‘Visamark’ y ‘Claude’, se detalla cómo se debían realizar los pagos entre dos empresas.
“Adjunto facturas de ITFZE a Eathisa por Daule Vinces Ecuador. La factura por USD 2,6 millones se pagará este mes y la de USD 1,3 se pagaría en enero...”. En ese mismo correo, el directivo da otra orden: “Tomar en cuenta las sugerencias que nos hicieron desde Dubái respecto al pago de las facturas desde Eathisa hacia ITFZE (sistema de zona franca en Arabia) y hacia Cipsa”.
Eathisa es una empresa, con 25 años de experiencia, que se dedica a la ingeniería, comercialización y fabricación de equipos, cuya sede está en Zaragoza-España.
Según los documentos del Departamento de Justicia de EE.UU., esta empresa también recibió pagos de Odebrecht en otras tres obras como el acueducto La Esperanza, Refinería del Pacífico y el poliducto Pascuales-Cuenca. Por ejemplo, en los correos se habla de facturas por USD 6,7 millones para la española y USD 6,6 millones a Cipsa por el poliducto.
La asistencia penal detalla que la constructora firmó en agosto del 2012 un contrato con Eathisa para que se encargue de una consultoría técnica y revise los documentos que servirían para la licitación de las obras Acueducto La Esperanza y Refinería del Pacífico.
Ese mismo mes, Eathisa subcontrató a Cipsa para que se encargue de la ingeniería consultiva de los dos proyectos. El subcontrato fue firmado el 16 de agosto de 2012, en Quito.
Según la Superintendencia de Compañías, Eathisa fue constituida en junio del 2013 y tiene una sucursal en Puembo, al nororiente de Quito.
Ayer, 6 de octubre, este Diario se contactó con Eathisa Ecuador a través de correos electrónicos. La respuesta la envió Aitor Elexpe, quien se identificó como CEO (director ejecutivo) de esa compañía, en España: “Le contesto directamente, porque fui aludido y porque nuestra filial en Ecuador nunca contrató con Odebrecht. Los contratos con Odebrecht en Ecuador se realizaron con la matriz en España. Fueron terminados, facturados, cobrados y declarados”.
El Gerente sostiene también que su empresa trabajó durante casi 20 años con Odebrecht. “Hemos hecho ingeniería, suministro de equipos y obras para esa empresa, y otros clientes, en múltiples países. Ninguno de ellos se ha realizado en forma irregular”.
Asegura que haber trabajado con la constructora “no nos hace actores de hechos delictivos”. Por ahora, estos datos reposan en el expediente por el delito de asociación ilícita.
En contexto
José Conceição Santos fue uno de los altos ejecutivos de Odebrecht en el país. Ahora, la Fiscalía dice que investiga quiénes están detrás de cada alias. Santos admitió, ante la justicia ecuatoriana, coimas en proyectos estratégicos en el Ecuador.