Redacción Siete Días
Los arreglos complicados no hacen que una canción sea hermosa. Así lo entiende la flamante ganadora del Grammy, Paulina Aguirre, con su disco ‘Esperando tu voz’. “La belleza de una tema no está en lo complicado, sino en que tenga una buena estructura y una buena melodía. Una canción hermosa no tiene por qué ser difícil, sino debe expresarse de una forma sencilla”.
Paulina Aguirre y su discografía
El primer disco de esta cantante ecuatoriana fue el álbum ‘Mujer de fe’, el cual fue nominado como Mejor producción Cristiana en la entrega de los Grammy en 2007. Antes de comenzar su carrera como solista, Paulina trabajó en el coro de artistas internacionales como el mexicano Luis Miguel.
El trabajo premiado es el disco ‘Esperando tu voz’, donde la cantante de origen lojano interpreta temas a dúo con Armando Manzanero (Cuando me vaya de aquí) y Pablo Olivares (Nadie).
Son 10 temas producidos por su esposo, Pablo Aguirre, quien dirige el sello discográfico Mucho Fruto, que este año contó con dos nominaciones al Grammy Latino en esta categoría.En la primera canción que lleva el nombre del disco, cuatro acordes se repiten en el piano insistentemente marcando el ritmo de una melodía con presencia. De pronto, la dulce voz de Paulina Aguirre ilumina el ambiente: “Si no sé cómo andar y el camino encontrar, tu mano me sostendrá”. El eco retumba en el fondo repitiendo la frase inicial en un coro.
La música de Aguirre es sencilla, pero el mensaje poderoso, directo, como una frase que busca provocar una reflexión inmediata. “Ven háblame que aquí estoy esperando tu voz”…
La guitarra se une a la voz y al piano y la melodía se consolida con la presencia de una suave batería. “Mi refugio eres tú”, canta Paulina y a medida que se acerca al clímax del tema su voz alcanza registros altos que emocionan.
El espíritu musical del disco está basado en la fusión de pop y rock, en la que intervienen a veces instrumentos andinos y en otras arreglos sinfónicos. La guitarra eléctrica interrumpe el coro para entonar un solo roquero, pero suave, que a su vez prepara el camino para el regreso de la voz de la cantante.
Las letras del disco galardonado con el Grammy 2009 al Mejor álbum cristiano en español son cantos modernos, himnos que despiertan la pasión de la artista en su constante búsqueda de espiritualidad, de paz y de fe.
En sus canciones no hay espacio para la doble lectura, el texto se presenta en primera persona, como si de un diálogo celestial directo se
tratara. En Cuando me vaya de aquí, el tema que interpreta junto a Armando Manzanero, el texto se transforma en oración, en una alusión al paraíso “al final del viaje inevitable”. La canción cuenta con la presencia constante de 40 instrumentos de cuerda que se sella finalmente con el agudo sonido de un violín.
“Mucha gente nos dice que este tema suena mucho a Disney, y debe ser, porque mi esposo Pablo, quien es además mi productor, viene de la escuela de Juan Carlos Calderón, quien fue su mentor”.
El disco tiene un mensaje espiritual. Hay canciones que tienen un contenido religioso y otras se dirigen más el espíritu de la persona. De los 10 temas que tiene el disco, 8 son compuestos por Aguirre, quien asegura que la disciplina es la mejor inspiración que puede encontrar. La disciplina y, obviamente, la fe han hecho que ella sea la primera cantante ecuatoriana con un Grammy. Más allá del premio, su música seguirá significando inspiración en la gente.