Carmen Maldonado y Esther Morales en la galeria y cafeteria Mi Espacio de Sabiduría dedicado a los emprendimientos de las personas de la Tercera edad. Foto: Xavier Caivinagua / El Comercio
La azuaya Bertha Espinoza, como todos los viernes, ofrece los denominados dulces de corpus, frutos deshidratados, pasteles de chocolate…, en una pequeña mesa en uno de los dos ingresos al café y galería Mi Espacio de Sabiduría, en el Centro Histórico de Cuenca.
Los transeúntes, que circulan por la acera de la calle Sucre, entre Borrero y Hermano Miguel, se interesan por estas golosinas. En el interior de este local está su amiga Esther Morales, quien prepara humitas y tamales con café y almuerzos. Ellas se conocieron en los cursos y programas para adultos mayores, que organiza el Ministerio de Inclusión Económica y Social.
Bertha Espinoza en la galeria y cafeteria Mi Espacio de Sabiduría. Foto: Xavier Caivinagua / El Comercio
Mi Espacio de Sabiduría es un proyecto de emprendimiento que impulsa este Ministerio para apoyar a las personas de la tercera edad. Este local está abierto de lunes a viernes y es ocupado de forma gratuita por diferentes organizaciones que estén vinculadas con el trabajo de este grupo de la población.
De lunes a miércoles se turnan las asociaciones o personas de la tercera edad. Los jueves y viernes están a cargo de la Asociación de Ayuda a Pacientes con Enfermedades Reumáticas y los viernes Morales y Espinoza.
Según la coordinadora de Mi Espacio de Sabiduría, Yolanda Arias, dentro del programa tiene varios ejes de intervención y, entre otros, está el fomento al microemprendimiento productivo para las personas de la tercera edad. Hace año y medio se creó este café-galería para ser un espacio destinado a la exposición y comercialización de los productos, alimentos, manualidades y artesanías que estas personas elaboran en los cursos que organiza el Ministerio.
Elvia Morales, Josefina Mendez, Raquel Meneses e Isabel Morales en la galeria y cafeteria Mi Espacio de Sabiduría. Foto: Xavier Caivinagua / El Comercio
Espinoza está agradecida por el apoyo que reciben del Gobierno, “porque tenemos un espacio donde podemos vender lo que producimos y con eso nos ayudamos para nuestros gastos y alimentación”.
Raquel Meneses y Josefina Méndez también participan en este espacio donde también se exponen prendas de vestir tejidas en hilo, bisutería… Ellas están agradecidas por el apoyo, la atención y los cursos que reciben.
Arias dice que quienes visitan este café-galería no solo pueden degustar de platos típicos y dulces son los secretos y recetas de antaño sino también realizar un aporte a estas personas porque todos los ingresos se destinan a los adultos mayores. “Además que la comunidad valore y respete las capacidades de ellos que aún están latentes”.