María Isabel Bucheli es arquitecta y desde hace algunos años mantiene una fábrica de muebles, especialmente para oficina y también realiza servicios de remodelación. Sin embargo, como para muchos, este año fue difícil, con menos trabajo, sobre todo durante el último trimestre.
“En realidad, las crisis no existen, sino que nosotros las ponemos y solo tú puedes salir o no de ellas, en función de tu propia creatividad”.Entonces echó mano de su creatividad para buscar una nueva forma de salir adelante. Así nació la idea de fabricar casas, ya no para adultos, sino para los más pequeños de la familia.
En septiembre, María Isabel ya tenía los bocetos y comenzó a buscar los materiales para dar vida a sus ideas. Entonces empezaron las pruebas para que cada casa tenga las proporciones adecuadas y las seguridades necesarias. Igualmente, se debía garantizar su duración a la intemperie.
Después de este trabajo, obtuvieron la fórmula. Las casas están construidas con duelas de eucalipto, ya que esta es una madera blanca muy resistente para el exterior y que muy difícilmente puede ser apolillada. Además, es muy sólida y pesada, lo que asegura que no se mueva. Las casas están pintadas con esmalte al agua, que no presentan elementos tóxicos, y el techo está cubierto con teja asfáltica neozelandesa. Por otro lado, los diseños han sido pensados para niños de 3 a 12 años y son perfectos para ser ubicados en los exteriores, tanto en el jardín, como en la terraza. Asimismo, debido a estos materiales, cada casa pesa alrededor de dos toneladas, por lo que se arma en el sitio donde estará ubicada. Su costo incluye la instalación y el mantenimiento.
Los conceptos nacieron de su propia infancia. La casa del popular perro de Charly Brown, Snoopy, le inspiró a crear la Casa Club, un modelo que combina el color rojo con el blanco. También están, por ejemplo, la Cabaña del Tío Tom que recoge la calidez de la madera y es de un gran tamaño; además, la Casa Princesa es ideal para la niña que sueña con ser la protagonista de los cuentos de hadas. Al momento de crear los cinco modelos principales con que cuenta, María Isabel pensó en cómo se comportan los niños en los juegos y se dio cuenta que siempre están asignando y asumiendo papeles específicos.
Después de haber diseñado sus principales modelos, la emprendedora comenzó a exhibirlos en ferias y bazares. Allí se dio cuenta de que sus producciones generaban algo mágico, en ella y en quienes las miraban. “Me di cuenta de la importancia que puede tener algo así, porque te conecta con ese niño interior y recuerdas lo maravillosa que fue tu infancia”, afirma y agrega también que es divertido ver cómo incluso los padres se sienten fascinados y desean permanecer al interior de las casas junto a sus hijos.
Además, a los niños les permite disfrutar de su propio espacio, al tiempo que les estimula para que se despeguen de la televisión, de los juegos de video o de la computadora y emprendan diferentes actividades lúdicas.
Incluso para María Isabel este proyecto ha representado una posibilidad de reencontrarse consigo misma: “Es muy lindo, implica volverse a reinventar. Uno a veces se queda con la idea de que solo sabe hacer una cosa y, de repente, te das cuenta de que hay miles de oportunidades posibles. Las crisis no existen, sino que nosotros las ponemos y solo tú puedes salir o no de ellas, en función de tu propia creatividad”.
Y los resultados comienzan a cosecharse. Al momento, María Isabel publicita sus casas en su página web y en las redes sociales y ya ha recibido pedidos especiales como una casa para un árbol, que se encuentra desarrollando. Aparte de los diseños con que cuenta en stock, María Isabel puede fabricar casas personalizadas, de acuerdo con las preferencias de color de sus clientes e incluso le han pedido que las elabore en dos alturas, para que los niños bajen a través de una escalera.
A María Isabel le ha quedado muy clara la lección: “Este nuevo proyecto me rompió el paradigma y me hizo dar cuenta que si te dejas ganar por los miedos, tus sueños se quedan en el papel. La vida es arriesgar, como un juego, y aquí esto se cumple literalmente porque los niños te devuelven esa capacidad lúdica”. Por esta razón, ella sigue soñando, ahora con una ciudad para los ‘peques’. “La meta es construir una ciudad de juguete para los niños, en el próximo año”, comenta María Isabel. Si desea más información sobre las casas infantiles comuníquese al 099706296.