Si desea en su casa un espacio destinado a la lectura, una biblioteca es una alternativa que necesita de pocos elementos para su conformación. Un librero y una butaca son esenciales. Sin embargo, le puede añadir un escritorio, una lámpara y una mesa pequeña, que le servirá para colocar materiales que necesita tener a la mano.
La butaca debe ser sencilla, e, incluso, se puede alternar con una silla de oficina, afirma Rodney Verdesoto, diseñador industrial y de mobiliario.
El lugar que se le destina a una biblioteca debe poseer características especiales, como una buena iluminación natural, adecuada ventilación, preferir un sitio cálido y estar lo más distante del ruido exterior.
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El costo promedio de una biblioteca, con un librero de cinco metros de longitud es de USD 2 000, según Verdezoto.
Los libreros son, obviamente, el eje de esta estancia. Y se han transformado, pues su diseño y función ya no son los mismos. Ahora son multifuncionales, con espacios para un televisor, con cajones, puertas y nichos para CD o DVD. También se construyen con módulos de diversos tamaños para colocar otro tipo de accesorios, como artesanías y fotografías.
Cuando va a adquirir un librero y encuentra que son escasas las divisiones o muy pequeñas o es más grande el mueble que el espacio destinado, requiere de un librero diseñado a la medida, explica César Mendoza, coordinador general de Bijöu.
Los diseños, incluso, se realizan con especificaciones como el modelo de televisor, del equipo de audio… Según Diego Hurtado, arquitecto, los anticuarios y numismáticos tienen en este mueble un espacio perfecto para exponer sus colecciones.
Los libreros ya no son propiedad privada de las bibliotecas. Ahora se ven igual de bien en salas, dormitorios, cuartos de estudio o sitios de entretenimiento. En los dormitorios infantiles y juveniles actuales nunca falta uno.
Al aprovechar las paredes, un librero también puede ser colocado en departamentos pequeños y si los hace muy altos, despreocúpese, basta incluir una escalera con riel para alcanzar todos los libros o, simplemente, para facilitar su limpieza.
La madera que se prefiere es el seike, aunque también se los realiza en MDF forrado de fórmica, PVC o melamina, la opción más económica. En cuestión de colores el menú es amplio, aunque las tendencias apuntan a los extremos: el blanco puro y el chocolate intenso.
En Bijöu, al librero se lo recubre con pintura automotriz y su costo promedio es de USD 300 por m² e incluye el diseño, la asesoría e instalación. Se le añade, sin ningún costo, una riel y una escalera, para alcanzar los objetos más elevados. Para Hurtado, arquitecto y diseñador, un librero es como un marco de una pintura, por lo que se lo debe colocar según el entorno. En la biblioteca lo que debe resaltar son los libros y no el mueble.
Como pueden ser muebles pesados, se fabrican por módulos. Las medidas más usuales de los módulos son 60, 90 y 120 centímetros; así son fáciles de llevar, subirlos en ascensores y colocarlos donde se desee.