Redacción Quito
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En la feria de autos usados que se realiza en el barrio Matilde Álvarez, en el sur, hay problemas de congestión en el ingreso. Cuatro cuadras antes de llegar al terreno donde se comercializan los vehículos se forman largas filas de carros que pugnan por ingresar a la feria.
Ayer, en la intersección de las calles 5 y Patricio Romero, a las 11:00, había conos tomates de la Policía que impedían estacionar autos junto al terreno de 3,5 hectáreas. Sin embargo, la fila de autos y los líos de congestión se desplazaron tres cuadras más abajo.
José Naranjo, comerciante de vehículos, contó que en los dos días de feria (sábado y domingo) se repiten los problemas de trancones desde las 07:00. Pero al mediodía, cuando el espacio de la feria está lleno de autos, hay problemas. El piso del terreno donde se estacionan los carros sigue siendo de tierra, piedras y pocos espacios con césped reseco.
Cuando los autos entran o salen del recinto se levanta el polvo. A pesar de ello, el ingreso a la feria cuesta USD 1,50. Los puestos de comida están en medio de la feria y protegidos por plásticos.
Ayer, a las 11:16, los esposos Javier Mera y Lucía Fuentes sacudieron sus zapatos al salir del terreno. Ellos se lamentaron por las malas condiciones en las que se desarrolla la feria.
Al respecto, el presidente de la Asociación de Comerciantes de Autos, José Ati, manifestó que este gremio ha conversado con los dueños del terreno, que es privado, para exigir mejoras en el piso y la instalación de agua.
Los pedidos de la Asociación, que agrupa a 80 comerciantes de vehículos, no han sido atendidos. Por eso, la directiva gestiona una cita con los representantes de la Administración Zonal Quitumbe, para el jueves.
En esta reunión se solicitará que el Municipio obligue a los dueños del terreno a realizar obras. También se planteará que el Cabildo asuma la organización de la feria, que registra
3 500 autos cada día.