Esmeraldas: universidad cuida un jardín

Los investigadores trabajan en la identificación de las especies de plantas y animales que diariamente recorren por este bosque.

Los investigadores trabajan en la identificación de las especies de plantas y animales que diariamente recorren por este bosque.

Estudiantes e investigadores recorren el bosque periódicamente. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

La Universidad Técnica Luis Vargas Torres de Esmeraldas (Utlvte) cuenta con un jardín tropical creado para conservar y preservar las especies de flora y fauna tropical.

El huerto está bajo cuidado de la academia desde 1985, cuando fue creado e inscrito en las redes de jardines del Ecuador y parte de la red de jardines del mundo.

El área ha servido para alumnos de otras universidades del Ecuador y del mundo, además para que los estudiantes de secundaria conozcan cómo funciona la flora y la fauna.

Gorky Vaca, uno de los exestudiantes de la Facultad de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, dice que los alumnos han sido los principales custodios del bosque. Ellos se encargan de replicar el mensaje a los habitantes de los alrededores de la reserva para que cuiden el recurso bosque y sirvan como guías cuando se requiera.

El área destinada para conservación comprende 500 hectáreas autorizadas por el Consejo Superior Universitario en 1985. Aquí se realizan recorridos para observar el bosque primario y secundario.

Al interior del bosque se ha construido un sendero de 2,7 kilómetros. Actualmente, se construyen senderos secundarios para que las personas, con más edad, puedan realizar todo el recorrido, que dura dos horas y media.

El bosque se ha convertido en el pulmón de Esmeraldas porque provee de oxígeno debido a abundante floresta. También tiene una zona cruzada por pequeñas microcuencas, explica Andrea Cañola, estudiante de Ingeniería Forestal.

Los investigadores trabajan en la identificación de las especies de plantas y animales que diariamente recorren por este bosque.

A lo largo del camino se observan especies de bosque secundario, primario y los rayos de sol que penetran sobre la espesa capa de bosque que cubre el área. Allí existen árboles de más de un metro de diámetro.

Cuando se evapora el agua, se siente un olor a hierba fresca y se escucha el sonido de los pájaros que posan sobre la copa de los finos maderos. Estos cuentan con una descripción en una parte del tronco que describe su especie.

Entre los tipos de madera que se encuentran en el sector están calade, sándalo, tillo, moral fino, moral bobo y chalviande. Algunas son utilizadas por las comunidades, pero en la reserva se las conserva con la finalidad de que alumnos y visitantes aprendan sobre sus beneficios y características.

Mientras se camina en silencio por un sendero lodoso, se nota la presencia de mamíferos como guatines, guantas, tatabras y aves. Uno de los guías explica que es normal observarlos en la ruta.

El trabajo de guardabosques es realizado los propios catedráticos. Para esto cuentan con el apoyo de los estudiantes y el aporte de la comunidad que está alrededor, que bajó el nivel de caza de los mamíferos.

Como parte de la flora se tiene especies de uso medicinal empleadas para el tratamiento del sistema respiratorio como la planta de zorrillo. En ese bosque se ha encontrado una planta que podría ayudar a tratar el pie diabético con resultado positivo, de acuerdo con los catedráticos.

El jardín también sirve para hacer turismo ecológico. Se está coordinando, con el Gobierno Provincial de Esmeraldas, la declaratoria de área protegida para hacer turismo al interior.

La Cámara Provincial de Turismo diseña un proyecto que comprende la implementación de una ruta ecológica, en la que participan la academia y los operadores locales.

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