Pese a la fisura en la zona, los moradores se aventuraron a cruzar por el sitio siniestrado. Foto cortesía Jorge Sarchez López.
Los problemas en la vía de esta zona rural que enlaza al cantón Muisne, en Esmeraldas, con Pedernales (Manabí) empezaron hace una semana. De a poco las lluvias aflojaron la tierra y con la acumulación del agua el terreno se agrietó. Este lunes 25 de enero del 2016 la situación se complicó. La carretera que cruza por el poblado 10 de Agosto se fisuró en unos 10 metros de ancho por 20 de profundidad.
Los moradores del lugar dicen que sintieron un remezón y luego vieron cómo el asfalto se hundía. Pensaron que se trataba de un rayo que había caído en la vía, pero la grieta avanzaba a medida que las precipitaciones cobraron fuerza, según testigos. Otro inconveniente que preocupa es que dos viviendas contiguas al lugar del daño quedaron al borde del abismo.
Las familias salieron de sus casas y se alojaron donde unos vecinos a espera de que las autoridades les den atención. En el pueblo esperaron hasta la tarde a las autoridades que ofrecieron trasladarse con maquinaria y ayuda humanitaria. Agentes de la Policía llegaron al sitio para controlar que las personas no crucen el lugar afectado.
Pues las lluvias continúan y la tierra sigue cediendo. Eli Torres, técnico de Gestión de Riesgos del Municipio de Muisne, señaló que estos problemas se generan por la acumulación de agua en las montañas circundantes. El 18 de enero del 2016, en esta misma vía, sector El León, se produjo un derrumbe que cubrió 500 metros de la calzada. Hasta el momento solo está habilitado un carril. Torres refirió que las lluvias siguen y eso dificulta avanzar con las labores.