Budapest. DPA
El ministro de Relaciones Exteriores de Hungría, Peter Balazs, acusó ayer a la administración eslovaca de ser hostil a su país, luego de que se prohibiera el ingreso a Eslovaquia del presidente húngaro, Laszlo Solyom.
Solyom tenía previsto realizar una visita privada a la ciudad de Komarno (sur), para inaugurar una estatua en honor a San Esteban, el primer rey de Hungría.
En declaraciones a la edición austríaca del diario Der Standard, el Canciller se refirió a una política de “hostilidades” hacia Hungría. “Nosotros no queremos ser parte de esto. No queremos reaccionar con métodos similares”. Adelantó que Hungría buscará entablar conversaciones bilaterales con Eslovaquia.
El primer ministro eslovaco, Robert Fico, dijo antes que la visita de Solyom sería una “provocación escandalosa” y podría llevar a “manifestaciones” en Komarno. Sostuvo que al no haber sido invitados funcionarios eslovacos a la inauguración, sería “un intento de celebrar su condición de Estado en territorio soberano de Eslovaquia”.
Hasta 1918, cuando se fundó Checoslovaquia, el territorio de la actual Eslovaquia era húngaro.