La distribución de gas es irregular en algunos puntos del sur del Distrito Metropolitano. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO
Para poder comprar un cilindro de gas, Daniel Toro debió recorrer de sur a norte la ciudad. Vive en el conjunto residencial La Arcadia, en Quitumbe, pero desde que se iniciaron las protestas en Quito, el 3 de octubre, conseguir un tanque ha sido una odisea.
En los lugares donde disponían de cilindros querían cobrarle USD 3,75, cuando el precio regular es de USD 1,60. Finalmente, consiguió uno en una distribuidora en el norte y debió cancelar USD 3,50.
En la Mitad del Mundo también se siente la escasez. Luzmila Lagla, quien vive en Caspigasí, no ha podido comprar gas desde hace tres semanas. No pasan los carros repartidores y en algunas tiendas cercanas lo venden a USD 5,25.
La Asociación de Distribuidores de Gas de Quito, reconoce el desabastecimiento, sobre todo en parroquias como Tumbaco, Cumbayá, San Antonio de Pichincha y en algunos barrios urbanos como la Villa Flora, El Inca, Carcelén y San Bartolo.
Según Gustavo Moncayo, presidente de la Asociación de Distribuidores de Gas, desde el inicio del paro se empezó a percibir irregularidad en el servicio, no solo en la capital sino en Riobamba, Latacunga y Cuenca. 1 200 vehículos distribuidores de gas operan normalmente en Quito, pero solo están en las calles entre 400 y 700 camiones. Asegura que sus transportistas han tenido dificultades para cumplir con el servicio. Regularmente, se envasan 40 000 cilindros diarios. Pero hoy no sobrepasan los 20 000 al día.
“La envasadora en Pifo transporta a todos los centros de acopio de la provincia. De ahí nosotros nos abastecemos y distribuimos en la capital”.
Moncayo advirtió que están a la espera de que las autoridades tomen cartas en el asunto y se normalice la entrega. También comentó que han denunciado públicamente a las entidades pertinentes el problema de la especulación. “Existen personas malintencionadas que compran para la reventa y hacen un mal uso del producto. Lo rechazamos por completo. Ellos no nos representan”.
Arturo Vega, distribuidor de gas, admitió que no cuenta con suficiente suministro. Normalmente, vendía de 50 a 70 cilindros de gas al día, actualmente no llega ni a la mitad.
Por su parte, José Franco, director Técnico de Control de Combustibles de la ARCH, aseguró que el 23 de octubre del 2019 se coordinó la realización de una venta directa de gas doméstico en los sitios afectados por el desabastecimiento a escala nacional. Una brigada llegó al parque central de Tumbaco y vendieron 1 200 cilindros directamente al consumidor.
“Existe suficiente gas. Lo que estamos haciendo es regularizarlo hasta que el servicio vuelva a la normalidad”.
Dijo que se han atendido denuncias ciudadanas y se han realizado operativos de control de precios, calidad y cantidad para combatir la especulación. “Hemos coordinado acciones con entidades como la Policía y la Fiscalía, para tomar las acciones correspondientes. Siempre estamos monitoreando”. También, invitó a la ciudadanía a denunciar el sobreprecio al 1800 5658786.
La normativa nacional señala que quien incurre en especulación deberá pagar una multa de 25 salarios básicos unificados, es decir, USD 9 850.