Ernesto Samper comentó que con un grupo de personas trabaja en una gran propuesta de convergencia de los diez mecanismos de integración subregional. Foto: Archivo / EL COMERCIO
La denuncia de Ecuador al tratado constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) representa el “puntillazo final” contra este bloque, afirmó el expresidente colombiano Ernesto Samper, quien fue el último secretario general de este organismo.
Este lunes, 30 de septiembre del 2019, Samper reconoció como una de las causales de la situación que atraviesa este grupo a la exigencia institucional del consenso para todas sus decisiones. A su juicio, esto provocó que quede en el limbo la elección de un nuevo secretario, desde que en enero del 2017 dejó ese cargo.
“Pero también hubo una causa ideológica que fue el deseo de algunos gobiernos de derecha de castigar de ésta manera a Venezuela y establecer unas distancias ideológicas con los sectores de izquierda que la respaldaban. Una actitud insólita pero cierta”, agregó.
A pesar de que en Unasur solo Venezuela, Bolivia, Uruguay, Guyana y Surinam, no han expresado su decisión de retirarse del bloque –como lo han hecho Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Perú, Paraguay y Ecuador-, Samper consideró que este organismo regional todavía no está extinto.
“No es la primera crisis que vive Unasur y tampoco será la última. Mientras exista el espíritu de trabajar juntos y de sumar esfuerzos, de defender la condición de zona de paz de Suramérica y asegurar su continuidad democrática dentro de un respeto a los derechos humanos, existirá Unasur”, anotó.
Samper comentó a diario El Comercio que con un grupo de personas trabaja en una gran propuesta de convergencia de los diez mecanismos de integración subregional que podrían confluir en una nueva Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
“El seguro nuevo presidente de Argentina, Alberto Fernández, ha ofrecido liderar este proceso de reconstitución a partir de su Presidencia”, dijo, tras rechazar el proyecto de Prosur, al que definió como “un club de gobiernos de derecha reunidos por el interés coyuntural de marcar distancias con Venezuela”.
En relación con la infraestructura de Unasur en Quito, Samper puntualizó que “los bienes ya están en manos del Estado ecuatoriano. Es su potestad destinarlos”.