Christian Mayorga Vega
El Ecuador que hasta hace poco era una isla de paz, de libertad y de democracia, con la revolución ciudadana ha pasado a ser el país de las mentes lúcidas, de los corazones ardientes, de las manos limpias y de los constantes cambios; tal es así que con la nueva Constitución ya tenemos matrimonios del mismo sexo; presos fuera de las cárceles y asesinatos a la luz del día; inocentes juzgados y culpables libres; fiscales que archivan las causas y jueces que no cumplen ni plazos ni términos; el señor Fabricio listo para invertir en el país del sur y los banqueros obligados a repatriar el dinero nuestro; el Barcelona entrenando en Quito y los señores Palacios y Santi en plena competencia por los espacios de poder en manos de la nueva partidocracia liderada por los Alianza País. No hay duda que el Ecuador vive una época de cambios, sólo faltaría que los pelucones hagan del poncho y la chalina las prendas más requeridas y que los indígenas aparezcan en sus comunidades luciendo las elegantes guayaberas. ¿Son los cambios de las mentes lúcidas?