EPCE está en proceso de desinversión tras pérdidas acumuladas

La planta de producción de la Empresa Pública Cementera (EPCE), ubicada en Chimborazo, dejó de funcionar. Foto: Raúl Díaz para EL COMERCIO

La planta de producción de la Empresa Pública Cementera (EPCE), ubicada en Chimborazo, dejó de funcionar. Foto: Raúl Díaz para EL COMERCIO

El rótulo tricolor que se ubicaba en la entrada de la planta de producción de la Empresa Pública Cementera (EPCE)fue retirado tras el anuncio de su liquidación.

La firma registra pérdidas acumuladas de USD 2,23 millones entre 2017 y julio de este año, según información de la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (EMCO).

El negocio comenzó su declive hace dos años, cuando la empresa cambió su línea de producción de prefabricados para convertirse en una intermediaria.

La planta, donde la empresa producía durmientes de hormigón para el ferrocarril, lozas prefabricadas para viviendas e infraestructuras y muros de hormigón, ahora funciona como una extensión de la Unión Cementera Nacional.

Esa infraestructura está ubicada en Chimborazo. Allí se ven constantes entradas y salidas de vehículos, y en la garita, el guardia de seguridad que impide el acceso de personas no autorizadas, anuncia a los visitantes que EPCE dejó de funcionar.

La planta de producción de la Empresa Pública Cementera (EPCE), ubicada en Chimborazo, dejó de funcionar. Foto: Raúl Díaz para EL COMERCIO

La cementera se fundó en el 2010 con el propósito de convertirse en una comercializadora de cemento y de sus tres líneas de prefabricados. Los durmientes que se utilizaron para la rehabilitación de la línea férrea estatal fueron su producto más vendido, se fabricaron unas 37 000 unidades.
Cuando ese proyecto concluyó, la empresa trató de subsistir con la venta de lozas de hormigón, pero el producto no atrajo la atención de los constructores privados. Por lo que la empresa dejó su línea de producción propia y se convirtió en una intermediaria.

Francisco Rendón, titular de EMCO, explica que ese cambio en el giro del negocio afectó. Las pérdidas que registra desde el año pasado motivaron la decisión estatal de iniciar un proceso de desinversión, lo que se reflejó en la reducción significativa del patrimonio.

La desinversión también llevó a la empresa a vender las acciones que mantenía en la Unión Cementera Nacional a inversores privados.

Tras la desvinculación accionaria, UCEM solicitó a EPCE el reembolso de USD 3,2 millones que esta empresa entregó al IESS como aporte para el fondo de jubilación de la industria cementera. Este valor incluye multas e intereses.

Cuando se inició la desinversión, en EPCE laboraban 24 empleados. Ese proceso aún continúa. Los técnicos trabajan en el análisis jurídico de la deuda con UCEM, y aún mantiene en sus cuentas bancarias el dinero de la venta de prefabricados, aunque ese monto ya debió entregarse al Ministerio de Finanzas. Este Diario pidió datos a EMCO sobre la liquidación. Hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

Suplementos digitales