Vladimir Martínez, filósofo y catedrático universitario. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
Entrevista a Vladimir Martínez, filósofo y catedrático universitario
¿Cuál es la principal enseñanza de octubre 2019?
Desde la perspectiva del interculturalismo, se evidenció un plano jurídico que no está resuelto. Las tendencias del multiculturalismo apuntan a la identificación de los grupos en base de ciertas pertenencias identitarias, que dividen al conglomerado social. Esto, y el hecho de que somos producto de un sistema colonial, donde se impuso una práctica jurídica europea, que es ajena a nuestra realidad, hace que para solventar esta situación se deba reconstruir todo. Lo que se ha hecho en la Constitución deja muchos vacíos.
La Constitución habla de un Estado plurinacional…
Es un tema incompleto. Hay que tomar en cuenta que el Derecho proviene de la convivencia social que genera normas morales que permiten las relaciones entre los individuos, y que luego se positivizan en leyes. Si hablamos de una legalidad que abarque a todas las culturas, no podríamos pretender que un solo cuerpo legal sea impuesto.
La base está en la Constitución, pareciera que no estamos preparados aún.
Este modo de darse estas leyes no ha integrado a la sociedad . El tema es que son incrustaciones y tenemos que jugarnos con dos tipos de Derecho, y eso causa conflictos graves.
El mestizo como que aún busca una identidad…
Los mestizos estamos verdaderamente integrados. El tema es de los otros grupos. Se debe abrir la oportunidad de una nueva Constitución que integre estos valores de los otros grupos y se entre en un diálogo con ganancias y pérdidas entre grupos, para que la integración sea más efectiva.
¿Hay diálogo intercultural en el país?
No he visto un diálogo intercultural. Lo que hay es un diálogo político, que pretende sustituir al diálogo intercultural, que tiene que ver más con procesos de acuerdos.
¿Se podría pensar que al haber diferentes nacionalidades, se podrían crear estados sobre el Estado?
Se deberían eliminar estos separatismos, porque producen conflictos graves, que pueden terminar en masacres, como en el Líbano o en otras partes. El tema es que acá no se debe permitir un estado dentro de otro estado o una nación dentro de otra. Para superarlo se debe hacer una reformulación total de la Constitución.
¿En qué parámetros?
Dentro del parámetro jurídico. Una constitución abarcativa nos va a referir solo la buena voluntad, pero en cambio los acuerdos positivos a los que los grupos lleguen harán que todos se sometan a las mismas reglas. Si un grupo tiene ciertas legalidades que pueden ser más efectivas que otras, ¿por qué no asumirlas todos? No podemos pensar en que lo efectivo es mantener las identidades separadas cuando todos los grupos se han generado por integración. La constitución cultural de los grupos es intercultural, ningún grupo se ha generado de una forma aislada y esos contactos han logrado hacer modificaciones, tanto al interior de los grupos como en sus relaciones con los otros. Eso es lo que hay que hacer y no tratar de mantener esas separaciones como se pretende con las supuestas identidades culturales.
En octubre del 2019, Jaime Vargas dijo que al ser el presidente de los indígenas solo podía tratar con el Presidente del Ecuador. La interculturalidad falla a nivel político, falla al confundir nación con Estado…
El problema es que los grupos acuden a sus líderes para negociar. El conflicto en esas declaraciones muestra la contraposición cuando se buscan identidades. Se deberían borrar ese tipo de identidades separatistas y buscar una integración.
Se ve lo mismo del otro lado, los mestizos tratan a los indígenas como hermanos menores…
Hay racismo. Tanto de los mestizos a los indígenas, como de los indígenas también. Es racismo, solo que ahora el mestizo tiene el poder y puede imponer su voluntad. El tema de los separatismos es lo que se tiene que superar.
¿El Ecuador pareciera que está en varios mundos, uno occidental, otro citadino, otro andino?
No estamos en varios mundos. Nos han hecho creer que tenemos una visión diferente. Estas visiones relativistas pretenden decir que cada grupo tiene su verdad y que en esas construcciones sociales nos desenvolvemos de una manera ajena. Eso es falso. Viene de las concepciones idealistas en la filosofía, donde se pretende que existen pensamientos como construcciones sociales, alejados de lo real. Hay que tomar en cuenta que esa realidad que tenemos que transformar es una misma para todos.
¿Hay una identidad cultural ecuatoriana?
Esto de las identidades culturales es un problema que tenemos que superar. Debemos eliminarlo de nuestro lenguaje, como un conglomerado de valores que nos permiten tener una visión del mundo.. Una cultura está manifiesta en su cuerpo legal, en el derecho positivo donde nos sentimos identificados. En ese sentido, la cultura nacional es una sola, pero en ese mismo sentido esta nación no es una sola, porque no tenemos un cuerpo legal que nos represente a todos.
Hoja de vida
Docente de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Magíster en Filosofía, especialista en lógica de primer orden y epistemología.
Actualmente, es profesor de Contextos e Interculturalidad.
Su visión
Su campo de acción se desarrolla dentro de los aspectos filosóficos de la interculturalidad. Cree que en octubre del 2019 se manifestaron problemas como la segregación y el racismo hasta un conflicto político que sigue presente.