Hernán Moreano: ‘El Estado debe atender las amenazas híbridas’

Hernán Moreano, experto en seguridad. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO

Hernán Moreano, experto en seguridad. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO

Hernán Moreano, experto en seguridad. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO

¿Fracasó el proceso de paz en Colombia o el rearme de un grupo de las FARC se veía venir?

Ya se veía venir estos escenarios. Se hicieron estudios sobre qué pasaría del 2016, año de la firma de la paz, hasta el 2020. No se hablaba de un fracaso sino de una dificultad de los actores, ya sea la guerrilla, los disidentes o el Estado colombiano.

¿Cuán responsable es el presidente Iván Duque?

Detrás de Duque está el expresidente Álvaro Uribe, que tiene la doctrina de no negociar con “terroristas”. Lamentablemente, en los últimos años ha habido actos violentos y se acusa a las FARC o los disidentes y él sostiene que no se puede negociar mientras estén atacando grupos radicales de los disidentes, ya sea en el Caribe, en el área andina o en las zonas fronterizas. Duque sospecha que detrás de los atentados está el presidente venezolano Nicolás Maduro.

¿Cuánto pesa en esta vuelta a las armas la matanza de líderes sociales?

Según organizaciones de derechos humanos en Colombia, el Estado estaría detrás de los asesinatos de líderes sociales y de violaciones de derechos humanos, además de los grupos paramilitares que están en contra del proceso de paz. En el país hay desconfianza en los actores de izquierda, de derecha y del Estado.

Sin embargo, Colombia es un país con interesantes indicadores...

A nivel macroeconómico está bien. El desarrollo social se ha dado más a nivel urbano, pero en el sector rural no hay presencia del Estado para el desarrollo económico, social y de seguridad. Es ahí donde se incrementa la violencia. Hay mucho por hacer en justicia y en democracia.

¿Cómo va a hacer el grupo que se rearma para recuperar el territorio que tenía las FARC como un Estado dentro del Estado?

Si nos remontamos al 2006, cuando Uribe era presidente, hubo un diálogo con los disidentes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Lamentablemente, no cuajó y eso hizo que muchos conformaran nuevos carteles de la droga, sobre todo en la frontera. A raíz de eso nacen Las Águilas Negras y Los Rastrojos. Si no hay voluntad política del Gobierno en mantener un diálogo, se podría armar el mismo escenario, que los disidentes de las FARC formen nuevos carteles o se integren a organizaciones delincuenciales.

¿Puede desatarse un nuevo conflicto armado entre las ex-AUC y las ex- FARC?

Puede haberlo para dominar territorios donde se cultiva la coca y los laboratorios de cocaína, y obviamente los corredores y rutas de exportación.

Iván Márquez, al retomar las armas, dijo que no van a volver a los secuestros, pero que se acercarán a empresarios y ganaderos.

Va con impuestos. Pero la pregunta es cuáles son los intereses de Márquez. Él controlaba la zona de El Caribe. Otro que retoma las armas es Walter Mendoza, que controlaba en Buenaventura y el Chocó, el Pacífico. Si manejamos la geopolítica del narcotráfico, el cártel de Jalisco Nueva Generación controla la ruta en El Caribe y Sinaloa el Pacífico. Son dos grupos rivales. Se podrían estar tejiendo alianzas para controlar el mercado.

¿Con qué fin?

Podría haber una especie de paz entre los cárteles. Jalisco ha querido entrar en el Pacífico y por eso se ve el incremento de la violencia en Tumaco, porque ambos bandos quieren controlar ese sector que sale de Ecuador hacia Centroamérica y Estados Unidos.

Queda, entonces, la percepción de amenaza en Colombia, pero también en Ecuador...


Colombia ve como amenaza el narcotráfico; Ecuador, a los grupos ligados al narcotráfico porque los considera como un fenómeno porque alimenta la economía diaria.

¿Cual es la diferencia?

En la frontera existe una economía ilegal que alimenta la vida diaria de los pobladores. Lo que intenta el Estado ecuatoriano es ver otras opciones para dinamizar la economía, pero lo ilegal es siempre más rentable que lo legal.

¿La apuesta es controlar solo el narcotráfico? ¿Puede haber más elementos como amenazas?

Ecuador debe pensar en trabajar sobre las denominadas “amenazas híbridas”, que están en discusión pero no se lo ha debatido a fondo. Hoy los delincuentes apuestan a varios negocios. Lo que pasó en Buenos Aires (Imbabura) no es solo la minería, sino narcotráfico, tráfico de armas, sicariato, esclavitud, trata de personas; entran disidentes de guerrilla, con presencia de mexicanos, algunos paramilitares.

¿Qué tan preparado está el país para enfrentar estas amenazas híbridas?

Ese es el desafío. Ahí están el Ministerio de Defensa, la Policía y la ex-Senain que esperamos que estén discutiendo esto. Se sospecha que la minería ilegal está extendida hacia Chimborazo, Cotopaxi y Zamora Chinchipe. Habría la presencia de capital ilegal de los disidentes colombianos. Ya no solo estaría operando en la frontera, sino ya en el interior del país. En ese sentido, Ecuador no debería solo apuntar contra el narcotráfico sino también en cómo evitar que puedan expandirse estas amenazas.

¿Quién es?

Hernán Moreano es Magíster en Relaciones Internacionales por la Flacso. Se especializa en seguridad, defensa y geopolítica, con énfasis en el narcotráfico en la zona andina. Es docente en varias universidades.

Punto de vista 

El rearme de un grupo de las FARC sería para establecer alianzas con los cárteles mexicanos, como el de Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa.

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