Eduardo Egas, presidente Ejecutivo de Corpei. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Entrevista a Eduardo Egas, presidente Ejecutivo de Corpei
¿Cómo arrancó el comercio para Ecuador?
En el 2020, las exportaciones tuvieron un desempeño positivo aún en un período en donde la crisis y la logística obligó a todo el mundo a reconfigurarse. Entre los protagonistas que aportaron en ese buen comportamiento estuvieron los no tradicionales que, en su gran mayoría, son empresas jóvenes y pymes. Pero la pérdida de competitividad por el debilitamiento del dólar y los altos costos de producción pasan factura y eso se reflejan en los envíos de enero que cayeron en un dígito.
¿A qué costos se refiere?
Mano de obra, impuestos, tramitología y de logística. Esos costos no se pueden trasladar al precio de venta porque el país no fija los valores en el exterior. Son asumidos por el exportador, debilitando sus márgenes de utilidad. Los más pequeños son los que más se perjudican.
¿Por qué?
El precio que paga una empresa pequeña que mueve un contenedor y hace todo el proceso desde el campo hasta la aduana es mayor al de una firma más consolidada que mueve mucha más carga y que tiene capacidad para negociar por volumen. Por esta razón, Ecuador se sostiene en aquellos productos en los que su cadena de valor está más fortalecida como banano y camarón. Pese a todo esto, en el último lustro el desempeño de los productos provenientes de sectores pequeños ha tenido un comportamiento favorable.
¿Cómo cuáles?
Frutas como la pitahaya, uvilla, jengibre o los envasados de frutas y verduras.
¿Cómo se está impulsando a esos sectores?
Desde Corpei se brinda asistencia directa en calidad de producto, empaque, certificaciones, acercamiento con potenciales compradores y estrategias de comercialización y comunicación, pues hemos identificado que la falta de conocimiento en estos temas no permite una adecuada inserción en los mercados. Las acciones se suman a los planes que se han levantado con el Banco Mundial, BID, CAF y la Unión Europea para que las firmas jóvenes se internacionalicen.
Y, a nivel sectorial, ¿en qué se está trabajando?
En planes de mejora competitiva que consisten en identificar los cuellos de botella que tenga un sector, que le impida crecer como falta de innovación, leyes que pesan sobre la actividad en materia tributaria o laboral, etc.
¿Qué sectores ya cuentan con estos planes?
Los de camarón, pesca, banano, palma y frutas.