Ensayo sobre la ceguera, la novela de Sara Vago

Si Menopausio Bobadilla va por la calle con su esposa, Climateria Bombón, y de pronto un abusivo le manda mano por debajo de la falda a la Climateria y el marido no hace nada...

¿Qué pensaría usted de Bobadilla? Pues que hace honor al apellido, o que está ciego o que en vez de sangre le corre horchata por sus venas.

Pues así de ciego, de bobadillo y de horchatoso está el Primer Poder del Estado cuando permite que el Ejecutivo le mande mano por debajo de la falda a doña Justicia, y sordo al clamor de la gente se declara mudo y permite el manoseo de la doña.

Igual de ciego y manta meada está el llamado Quinto Poder que permite que en sus narices le bailen el meneíto los del circulito del Ejecutivo'

Además se ha dispuesto que a partir de hoy, todos los veedores deberán trabajar vendados y jurar que jamás darán a conocer la corrupción que descubran (al tanteo) en el Gobierno que los nombró .

No queremos ser mal pensados y suponer que a la señorita Justicia le encante que le manden la mano.

Lo peligroso es que la ceguera se vuelva contagiosa y que muchos ecuatorianos caigan en la trampa preparada por Meraelmago.

Ahí sí, poco a poco, los ciudadanos tendremos que caminar con las manos extendidas, con bastón o por perros guías, con la disculpa pendeja de que es preferible que nos digan pobre cieguito, antes que nos endilguen el mote de sordo hijo de tal'

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