Redacción Sociedad
Judith Vallejo se recupera en el segundo piso del Hospital de los Valles, en las afueras de Quito. A las 16:00 del domingo 13 recibió una prótesis total de cadera en una cirugía que duró dos horas.
El sobrepeso
Los médicos explican que en el país cada vez es más frecuente tener a pacientes afectados de la cadera a causa de sobrepeso y obesidad.
Estos factores -explican- destruyen rápidamente las articulaciones e impiden caminar.
Las primeras señales de alerta se manifiestan con dolor o lumbalgia y espalda baja. Posteriormente hay molestias en las rodillas. Esto ocurre incluso con movimientos leves que no debieran representar molestia. Luego viene la inflamación crónica en las articulaciones.
La persona operada puede volver a sus labores en 15 días.Las principales enfermedades que afectan a la cadera son las reumáticas, sobrepeso y luxación congénita (malformación de la articulación que se presenta en bebés y recién nacidos).
Esta última dolencia afectó a Vallejo. “Desde niña tenía eso, pero fue progresivo y luego se hizo crónico”, dice su hermana Mariana, que al siguiente día de la operación la visitó. Allí también estuvo el hijo de la paciente, Mario Herrera. “Mi madre no podía caminar, incluso una vez se cayó en la parada de la Y del trolebús y nadie la ayudó”.
Desde que se agudizaron los problemas, los médicos le dijeron que debía colocarse una prótesis, pero costaba entre 3 000 y USD 6 000. Eso impidió la intervención, hasta que se favoreció de la campaña impulsada por la Fundación Futuro, Hospital de los Valles y médicos de EE.UU.
En todo el país no hay una estadística de cuántas personas necesitan prótesis de cadera, pero el Ministerio de Salud Pública comenzó la denominada Campaña de la Solidaridad.
Allí, al menos 2 000 personas recibirán algún tipo de prótesis.
Solo en el hospital Enrique Garcés se opera a 50 pacientes. Igual sucede en el hospital Carlos Andrade Marín, aunque este centro no está dentro de la campaña oficial, sino que los costos cubre el Seguro Social.
“Es una gran ayuda, para personas que lo necesitan y no podían operarse”, advierte el director del Hospital Enrique Garcés.
Jerry Engn, médico traumatólogo y jefe de la misión estadounidense que llegó al Hospital de los Valles, dice que en los niños que nacen con cadera dislocada no se forman bien los huesos. “Luego los dolores incluso se trasladan hacia las rodillas”.
En la enfermedad reumática, en cambio, se produce una inflamación del denominado líquido articular (fluido viscoso y claro que se encuentra en las articulaciones). Este se vuelve espeso y se prolifera hacia el cartílago (tejido que en condiciones normales permite que las articulaciones se muevan sin dolor) y se
destruye lentamente.
David Tauntom, otro médico de Estados Unidos que gratuitamente colocó prótesis a 40 ecuatorianos, confiesa que la enfermedad reumática se presenta especialmente en mujeres, pero no sabe exactamente por qué.
En la habitación contigua de Vallejo se recupera Berta Salas.
Ella tiene 31 años y las molestias en la cadera comenzaron hace tres años. Cuando acudió al hospital Eugenio Espejo los médicos le dijeron que tiene artrosis y que necesitaba una prótesis. “En la Fundación Tierra Nueva me dijeron que eso costaría hasta USD 6 000 y es demasiado”.
A esta quiteña, que vive en el barrio Villa Flora, no le indicaron específicamente por qué se le presentó el problema, aunque recuerda que jugaba fútbol y que alguna caída o golpe le produjo un desvío en la cadera.
Ya en el quirófano, para colocar la prótesis, el paciente se ubica en posición fetal y el médico realiza cortes de 10 y 15 centímetros a un costado de la cadera. Para la intervención, los especialistas aplican anestesia epidural o peridural, es decir, que tiene efecto solo en las extremidades inferiores (ver infografía).
La fisioterapista Patricia Hatchett explica que los pacientes deben realizar los primeros movimientos al siguiente día de la operación. “Hay ejercicios específicos para la cirugía de cadera”. Se refiere, por ejemplo, a no subir demasiado la rodilla, “porque se dobla la cadera y puede saltar la prótesis colocada”.
Cuando aquello ocurre -explica Hatchett- no se necesita una nueva cirugía. “Con pequeños movimientos, el médico puede colocar nuevamente la prótesis en el mismo lugar donde estaba”.
A las 09:00 del lunes 14, María Palma ya cumplió 17 horas de operada. En ese momento, Hatchett y una auxiliar ingresan a la habitación, levantan a la paciente de 74 años y la ubican en una silla. “Creo que ya estoy bien, ojalá ya pueda caminar”, dice la mujer que vive en el Carchi.
Augusto Torres, traumatólogo ecuatoriano, explica que existen dos prótesis: sementada y no sementada. En personas de la tercera edad se sugiere aplicar la última. Esto, porque la recuperación se da en dos o tres días.
Mientras que para personas jóvenes, Torres recomienda aplicar las prótesis sementadas, cuya recuperación toma hasta ocho semanas y no requiere el cambio inmediato. Una prótesis puede durar hasta 12 años, aunque este traumatólogo conoce casos de gente que se operó hace 17 años “y sigue bastante bien”. Vallejo también espera que suceda lo mismo, aunque por ahora lo primero que debe cumplir son ejercicios de cadera y de rodilla…