Varios autos eléctricos de la marca Hanteng se exhiben en el Puerto de Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
La exoneración total de aranceles a la importación de vehículos eléctricos, baterías y cargadores para este tipo de automóviles abre la posibilidad a una mayor oferta en este mercado en el mediano plazo.
La medida fue aprobada en una Resolución del Pleno del Comité de Comercio Exterior, el pasado 3 de junio del 2019.
Los carros eléctricos, al igual que las piezas y partes (CKD) para estos modelos, ya contaban con una exoneración del arancel, pero siempre que el valor FOB (precio en el lugar de origen) del auto no superara los USD 40 000.
Por encima de ese precio, la tasa arancelaria para vehículos particulares podía llegar hasta un 40% sobre el valor de importación. Sin embargo, los autos que se comercializan actualmente en el Ecuador no superan el límite de los USD 40 000, en valor FOB.
En el caso de las baterías para estos vehículos, la tasa arancelaria para la importación pasará del 25% al 0%, en todos los casos. Mientras que para cargadores de autos y electrolineras, del 5% al 0%. La reducción regirá una vez que la norma se publique en el Registro Oficial.
El año pasado se vendieron en el país 130 unidades de autos eléctricos, siete más que el año previo, según datos de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade).
En tanto, entre enero y abril de este 2019 se han comercializado 21. Sin embargo, la participación sigue siendo escasa. No supera el 0,1% del mercado automotor, que hasta el cuarto mes sumaba 42 222 unidades.
Para Genaro Baldeón, presidente de la Aeade, el incentivo arancelario favorecerá la llegada al país de vehículos eléctricos de última tecnología y alta gama, cuyo costo de producción es más elevado.
Para algunas ciudades la reducción arancelaria puede ser una oportunidad para migrar al uso de autos más limpios.
En Quito, por ejemplo, la exoneración del pico y placa para quienes compren autos eléctricos es parte de los temas que están en la mesa de discusión. Pero aún hay barreras difíciles de sortear. Una de ellas es la necesidad de ampliar el número de electrolineras, que hasta ahora básicamente se han instalado por iniciativa privada. Marcas de vehículos como Kia han realizado alianzas para colocar electrolineras gratuitas en centros comerciales. Un ejemplo son los puntos de carga en Quicentro Shopping y Quicentro Sur.
En la gama de buses eléctricos ya existen planes de producción local. BYD, un fabricante de origen chino, prevé iniciar su producción en esta línea en el 2021, en Ecuador. En tanto, la marca inició la importación de buses eléctricos. El pasado 12 marzo llegó una primera flota de estas unidades a Guayaquil, para el transporte público, dijo Jorge Burbano, gerente de la firma.
Baldeón aclaró que la introducción de autos eléctricos siempre es gradual y debe ir acompañada de otras políticas como, por ejemplo, el desarrollo de la infraestructura de recarga de estos vehículos, incentivos a las tarifas eléctricas e incentivos por parte de los gobiernos locales y nacional.
Además, Bandeón dijo que el proceso de homologación de un auto es complejo. “Primero, la fábrica debe estar convencida de que el mercado es realmente atractivo”.
Actualmente se comercializan en el país dos modelos de la marca Dayang (China); uno de Hanteng (China) y el Soul de la surcoreana Kia. Los precios de venta van desde USD 7 112 hasta USD 34 990.
Todos son importados. Por lo que la exoneración a la importación de partes y piezas (CKD) es un incentivo a futuro. Al respecto, el presidente de la Cámara de la Industria Automotriz del Ecuador (Cinae), David Molina, explicó que para que pueda configurarse un modelo de negocio es necesario que haya una producción interesante. “Con 100 carros al año es muy difícil”.
Sobre la eliminación del arancel, sin limite de precio, para la importación de autos terminados, consideró que mientras exista también un incentivo del 0% de arancel para los híbridos de hasta 1 800 cc de cilindraje, difícilmente habrá un incremento de la demanda en eléctricos, que suelen ser más costosos.
Molina considera que también debería haber una diferenciación en el incentivo al pago del impuesto a los consumos especiales (ICE) entre eléctricos e híbridos.
Hyundai aún no ha importado unidades eléctricas en el país, pero trajo un pequeño número de unidades del modelo Ioniq, para hacer pruebas en Cuenca con una estación de carga rápida.
El proyecto busca evaluar la factibilidad para colocar una red de electrolineras en la capital azuaya y zonas como Gualaceo, Paute, Girón, Santa Isabel y en la vía a Guayaquil, explicó César Padilla, gerente de Mercadeo de Neohyundai.
Para ello, se firmó un convenio con la Empresa Eléctrica Centro Sur, que ofertará energía gratuita en las estaciones hasta diciembre del 2020.
El precio estimado para el Ioniq eléctrico, que se espera introducir a finales de este año, es cercano a USD 35 000.
La reducción arancelaria, según Padilla, abriría una venta de oportunidad para que crezca este segmento, pero para que sea viable el proyecto la red de carga debe crecer.