El director regional para América Latina y el Caribe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), José Manuel Salazar habla sobre un informe de medianas y pequeñas empresas en América Latina. Foto: EFE
Las micro y pequeñas empresas de América Latina y el Caribe representan sobre el 90% de las unidades productivas, y junto con los trabajadores por cuenta propia generan tres cuartas partes de todos los puestos de trabajo. Pero están asediadas por problemas de baja productividad y alta informalidad.
Así lo informó la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un estudio que presentó este martes 8 de septiembre del 2015, sobre las micro y pequeñas empresas en la región.
En América Latina y el Caribe existen 10 millones de micro y pequeñas empresas (MYPE), “que tienen una importancia crítica para el futuro de la región pues generan la mayor parte del empleo, pero al mismo plantean un desafío estratégico para los países pues son los principales nichos de informalidad y baja productividad”.
Asimismo, el informe asegura que el predominio de estas empresas genera grandes brechas de trabajo decente y condiciones laborales, y al mismo tiempo, es un freno para el crecimiento de la productividad y de las economías en general.
Según el Director de la OIT para América Latina y el Caribe, José Manuel Salazar, existe la necesidad de generar un entorno propicio para que estas unidades puedan mejorar sus condiciones y engrosar el estrato de empresas medianas.
El informe revela que las MYPE son absolutamente mayoritarias en la región, donde el total de empresas suma unas 11 millones, de las cuales menos de un millón son empresas medianas y grandes. A esta estructura productiva hay que añadir 76 millones de trabajadores por cuenta propia.
El informe destaca que las MYPE generan cerca de 47% de los empleos de la región. Si se añaden los trabajadores por cuenta propia, suman 75% del total. Las empresas grandes (incluyendo sector público) y medianas no alcanzan a generar 20% de los puestos de trabajo en América Latina y el Caribe.
El Director Regional de la OIT, además, hizo hincapié en la necesidad de tener en cuenta “el evidente vínculo que existe entre la informalidad y el tamaño de las empresas”.
Según el informe, la tasa de informalidad laboral no agrícola llega a casi 59% en las empresas con menos de 10 empleados, y baja a 14,4% en las que tienen más trabajadores. Asimismo, hay una alta tasa de informalidad entre los trabajadores por cuenta propia, de 82%.
Las brechas también se manifiestan en la protección social. Solo 13% de los trabajadores por cuenta propia, cotiza a un seguro de salud, y sube a 32% para las microempresas, hasta 86% en pequeñas empresas y pasa de 90% en las grandes empresas.
También hay diferencias importantes en cuanto al nivel educativo. Entre trabajadores por cuenta propia solo el 12% tienen educación superior, 15% en las microempresas, 27% en las pequeñas empresas y poco más de 50% en las empresas grandes.