Parecería que existen varios niveles de empresarios para el Gobierno. Se invita a empresarios iraníes a invertir en proyectos hidroeléctricos en Ecuador; sin embargo se retira la concesión de un proyecto a empresarios ecuatorianos. Se constituye una empresa “mixta” con capitales estatales venezolanos para invertir en “la joya de la corona” del área petrolera y se invita a empresarios chinos y rusos garantizándoles estabilidad y facilidades para su inversión, pero a las empresas locales se les persigue y no se les da garantías para invertir.¡Qué bueno que vengan esas inversiones! porque generan empleo, pero ¿por qué se hostiga al empresario local?, ¿por qué la inversión iraní es mejor que la ecuatoriana?, ¿por qué la inversión rusa o china es mejor que la europea o americana?, ¿estamos seguros que las condiciones para el país son las más convenientes?, ¿por qué se prefiere el dinero de orígenes “exóticos” como Irán, Rusia y China?Si usted fuera un empresario ecuatoriano ¿cómo se sentiría?, ¿estaría contento de invertir en su país si le tratan como ciudadano de tercera, considerándole explotador y poco menos que ladrón, mientras se invita con tanto entusiasmo a empresarios de los que no se sabe sus verdaderas intenciones?
La vida nos enseña a madurar en base a la experiencia, no podemos dejar que nuestros dogmas nos alejen de la realidad del día a día. Las creencias generan en nuestra mente “realidades” alejadas de la verdad, y las consecuencias de tomar decisiones en base a esas “realidades” han sido extremadamente duras a lo largo de la historia.
Pero en cierta etapa de nuestra vida no aprendemos en base de las experiencias y consejos de los otros, sino en base a lo que experimentamos.
Todo parece indicar que los ecuatorianos debemos soportar una vez más las terribles consecuencias del aprendizaje de nuestros gobernantes “adolescentes”.
Rodrigo Anda Pachano