En el Ecuador, el Gobierno dispuso la jornada laboral con teletrabajo, para evitar la propagación de casos de covid-19. Foto: Pixabay
Ante la incertidumbre de cómo evolucionará el contagio del covid-19 en las siguientes semanas, y tras el fin del estado de excepción, las autoridades enfatizan en priorizar el teletrabajo en el sector privado y en el público, a fin de reducir el riesgo de los trabajadores.
En el caso de las entidades públicas, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional mantuvo la disposición de que los funcionarios continúen trabajando desde sus casas hasta el 18 de enero, en aquellas actividades cuya naturaleza así lo permita.
Hasta el 24 de diciembre del 2020 en el sector público había 286 401 teletrabajadores, de acuerdo a cifras disponibles del Ministerio de Trabajo.
En cuanto a la empresa privada, la modalidad de teletrabajo ha mantenido una tendencia de crecimiento entre el 16 de marzo y el 24 de diciembre del 2020. Durante ese tiempo, los registros aumentaron de 18 523 a 158 341.
Según el Código de Trabajo -reformado por la Ley Humanitaria-, los trabajadores que prestan servicios de teletrabajo gozarán de todos los derechos individuales y colectivos, así como beneficios sociales.
Además, el empleador deberá respetar el derecho del teletrabajador a desconexión, garantizando el tiempo en el cual el empleado no estará obligado a responder sus comunicaciones, órdenes u otros requerimientos. El tiempo de desconexión deberá ser de al menos doce horas continuas en un periodo de veinticuatro horas.