Enviado a TenaCerca del mediodía de ayer, el presidente encargado de la República, Lenín Moreno, anunció la firma del decreto de emergencia para la provincia de Napo. Un día antes, el Consejo Provincial decidió declarar ese estado en toda la jurisdicción.Para Washington Varela, alcalde de Tena, es urgente el desembolso de recursos desde el Gobierno para iniciar la reconstrucción de las zonas afectadas. Hay barrios como Ongota Bajo, que deben ser reubicados. De manera paulatina empezó ayer a restablecerse el suministro de agua potable en Tena. Toda la ciudad estuvo sin ese servicio desde el martes porque la red de distribución sufrió averías en sitios estratégicos. En algunas parroquias rurales aún no hay luz eléctrica porque los postes y transformadores, que fueron tumbados por los ríos, no son restituidos.Según la Defensa Civil de Napo, en la zona rural, la parroquia Ahuano es la más afectada. César Puma, presidente de la Junta Parroquial, informó que unas 2 500 hectáreas de yuca, plátano y cacao fueron destruidas por el desbordamiento del río Napo. “La gente cultiva para el autoconsumo, por eso no tiene qué comer”.Puma mostró su molestia por la lentitud de las autoridades para asistir a los damnificados. Ayer, llegaron raciones alimenticias que no fueron suficientes para distribuir en las 10 comunidades. “Los comuneros están en una situación crítica y quienes deben reaccionar rápido, lo hacen con mucha paciencia”.En los costados de la vía lastrada que lleva a la parroquia Ahuano, quedan las huellas del desbordamiento del río. Hay plantas de plátano enterradas entre la palizada, postes de luz en el piso, techos de casas por doquier… Ayer, 10 voluntarios de la Cruz Roja entraron en canoa a los poblados de las riberas del Napo; harán un censo para saber el número de damnificados y las pérdidas en Ahuano.Con esos datos se empezará a canalizar la ayuda.