Embarazos múltiples, más comunes en mayores de 30

La enfermera Berenice López, del Andrade Marín, revisa a Irma Valladares. Ella tiene 29 semanas y espera gemelos. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

La ambateña Irma Valladares recuerda la emoción que sintió en octubre del 2018, cuando se enteró de que sería mamá, luego de nueve años de intentos fallidos. Un mes después, el 21 de noviembre, a ese sentimiento lo acompañaron el asombro y la preocupación: en su vientre crecían dos bebés.
La futura madre de 32 años venía buscando un embarazo, pero no lograba alcanzar ese sueño. Ella y su esposo Plinio, un emprendedor de 38 años, optaron por acudir al ginecólogo para obtener respuestas.
El médico no detectó ningún problema, por lo que le envió unas pastillas para estimular la ovulación. Tomó la receta y meses después se dio la fecundación.
Píldoras, inyecciones, entre otros tratamientos de fertilidad y de reproducción asistida, ayudan a que una mujer quede embarazada. Pero en ocasiones estos dan lugar embarazos múltiples. Se dan cuando se desarrolla más de un feto.
Esta situación es considerada de alto riesgo. Por ello, mujeres con embarazos gemelares, de trillizos o más son hospitalizadas desde la semana 29 (a los siete meses), ya que hay riesgo de un parto precoz. En condición regular el nacimiento se da desde la semana 38.
Irma ingresó el 24 de abril a la Unidad de Obstetricia del Hospital Carlos Andrade Marín, del Seguro Social. Lo hizo con 29 semanas, por lo que aún debe estar en reposo; no puede caminar ni hacer esfuerzos. Lo explica la enfermera Berenice López, quien está pendiente.
En el mundo, los casos de gestación múltiple han ido en crecimiento. Cuando la fecundación es espontánea representa entre 1% y 2%. Pero cuando se usan estimulantes para la ovulación llega hasta el 35%.
Según la Sociedad Española de Fertilidad, hay dos razones: la postergación de la maternidad y el alto uso de técnicas de reproducción asistida.
En EE.UU., por ejemplo, el embarazo gemelar es más frecuente en mujeres de 30 y 34 años que en chicas de entre 15 y 17. Es decir, el 30% frente al 1%, respectivamente. En Ecuador, las cifras son similares. Solo el 2018 se registraron 985 partos múltiples. Es decir, 25 más de lo reportado en el 2017 en los establecimientos del Ministerio de Salud.
Las causas son las mismas: retraso de la maternidad y reproducción asistida. Lo anotan los jefes de Ginecología y Obstetricia Paola Barragán, del Andrade Marín, y Luis Nacevilla, del Gineco-Obstétrico Isidro Ayora, en Quito.
Andrea Andrade, de 33, no lograba embarazarse debido a sus ovarios poliquísticos. Ella y su esposo Geovanny Cruz, de 40, contactaron a Juana Rivero, experta en fertilidad. Le recetó unas pastillas para que pueda ovular y al mes quedó en cinta.
En el primer eco les indicó que venían dos niños, pero luego les confirmó que serían tres. La mujer lloró, preocupada. Anhelaba convertirse en madre, pero le asustó no tener cómo mantener a sus trillizos: Leonel, Renata y Rafaela, que ya cumplieron tres meses.
Ya sabía que los bebés no podrían nacer a término, es decir entre la semana 38 y 40. Nacieron en la 31, el 21 de enero, en el Andrade Marín. “Yo estaba gigante, antes del parto pesaba 128 libras, el día del parto llegué a las 170 libras”.
Durante un mes estuvieron en termocunas por el peso bajo con el que nacen. Hoy “están hermosos, les doy leche materna y fórmula, porque no tengo suficiente”. Sin embargo, aún piensa en la crianza y gastos.
Una historia similar viven los esposos María Beatriz Reyes, de 38; y Santiago Fabara, de 39. Ellos son padres de las gemelas Valeria y Luciana, que nacieron a las 36 semanas. Hasta el lunes, las pequeñas seguían en el hospital por unas complicaciones de salud.
Mantener a los fetos en el vientre la mayor cantidad de tiempo es el reto en las casas de salud, señala la ginecóloga Barragán. Ella, además, comenta que al riesgo de un parto precoz se suma la hipertensión o malformaciones.
Pese a los riesgos, en este mayo -mes de las madres- estas parejas ya adecuan los espacios para recibir a dos o más bebés. Camas y coches dobles o triples, muchos pañales y ropa están dentro de sus listas. Sus rutinas -saben- cambiarán.