En menos de una semana, Liliana C., una extranjera 22 años y con nueve semanas de embarazo, ha sido detenida dos veces por la Policía Nacional. Ella es acusada de robar casas como parte de una supuesta banda delictiva.
El primer arresto ocurrió el jueves 31 de marzo, a las 17:30, en el barrio Primicias de la Cultura de Quito, en el sur de la capital. Así lo detalla el parte policial. Supuestamente, un equipo de agentes motorizados que patrullaba ese sector la vio salir de una casa y correr detrás de un hombre.
Las dos personas fueron detenidas. Según los policías, a la joven se le encontró una mochila roja llena de herramientas como formón, playo de presión, destornilladores y cizalla. Una inspección de la vivienda, desde la que salieron los dos sospechosos, reveló que las seguridades de puerta principal y de la sala habían sido forzadas.
En el interior de la casa, los policías encontraron a la propietaria quien dijo no haber escuchado nada extraño, pues se encontraba en el segundo piso. Ella contó que solamente se llevaron USD 100 que tenía en cartera.
Esa tarde, Liliana fue conducida a la Unidad de Flagrancia de Quito en calidad de sospechosa. Pero, un día después recuperó su libertad pues el juez dispuso que por su embarazo debería presentarse cada semana ante al fiscal.
Sin embargo, tres días más tarde, el domingo 3 de abril, volvió a ser arrestada. También por el mismo delito: robo de casas.
Esta vez, la Policía no encontró evidencias en poder de la joven. Sin embargo, un testigo aseguró que ella, junto a otra mujer, supuestamente se encontraba parada en la puerta de la casa, como esperando algo, y cuando notó que los propietarios de la vivienda llegaban a la propiedad hizo una llamada y huyó.
Este hecho sucedió en el barrio Granda Centeno, en el norte de la ciudad. Dos hombres y una mujer fueron detenidos tras salir a toda prisa de la vivienda, pues el testigo ya había llamado a los policías asignados al sector. Liliana y su amiga, en cambio, fueron arrestadas unas cuadras más adelante, cerca de un parque.
Esta mañana, en la audiencia de Flagrancia, el juez detalló que no había “evidencias suficientes” de que ella estuviera relacionada con el robo. Luego de ordenar la prisión preventiva para tres personas, la joven embarazada recuperó la libertad y su amiga también.