Redacción Cuenca
Las condiciones en la Central Hidroeléctrica Paute mejoran. Ayer, la cota del embalse de Amaluza se ubicó en los 1 981,12 metros sobre el nivel del mar, 10 metros más que el jueves pasado cuando estuvo en los 1 971 metros.
Esta mejora se dio por lluvias importantes que se registraron el fin de semana pasado en la capital azuaya y en la zona oriental de Azuay. Con ello, los afluentes del río Paute, el Machángara, Tomebamba, Yanuncay y Tarqui, que atraviesan Cuenca, tienen un caudal mayor.
Ayer, la central tampoco operó en la madrugada y con ello se acumuló líquido para la producción durante el día. De 01:00 a 06:00 las 10 turbinas estuvieron apagadas. Una situación similar ocurrió el domingo cuando las turbinas no funcionaron desde las 02:00 hasta las 11:00.
Ayer no hubo lluvias importantes en Cuenca ni en zonas cercanas, por ello el caudal bajó. Hasta las 17:00 se ubicó en los 49,8 metros cúbicos por segundo. Las previsiones climáticas estimaban chubascos.
El fin de semana los caudales fueron altos e incluso fueron los datos más elevados desde que se inició la crisis eléctrica (5 de noviembre). El sábado y domingo pasados sobrepasaron los 140 metros cúbicos por segundo.
Hasta la 17:00 de ayer, la Central más grande del país generó 1 616,1 megavatios/hora. Eso representó un 5% de la demanda nacional de energía. Ese requerimiento de electricidad fue de 27 145 megavatios/hora hasta esa misma hora.
Mientras la producción alcanzó los 29 189,9 megavatios/hora con el aporte de las hidroeléctricas, termoeléctricas e interconexión de Perú y Colombia (163 megavatios). La diferencia entre producción y demanda son las pérdidas inevitables en la distribución de la energía.