Personal de Emaseo lava por las mañanas los vehículos que se usan en las noches. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
La flota destinada a la limpieza de Quito será reforzada. Se comprarán 41 nuevos vehículos, con alrededor de USD 10 millones del presupuesto municipal, informó Víctor Villacís, gerente General de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (Emaseo).
Esta será una de las últimas inversiones del Cabildo en la empresa, que espera tener un modelo autosustentable en tres años. El plan es generar un fondo para mantenimiento y renovación de equipos con el dinero proveniente del incremento en la tasa de recolección de basura. El aumento fue aprobado por el Concejo Metropolitano el jueves pasado, tras la reforma a la Ordenanza 402.
Para renovar la flota de vehículos, Emaseo venía recurriendo a créditos que debía pagarlos en unos cinco años, en promedio. Esto, según Villacís, hizo que se acumularan los pagos y que también se juntaran más máquinas que cumplían o sobrepasaban su tiempo de vida útil.
Para el concejal por Alianza País, Carlos Páez, que un 40% de la flota actual de Emaseo haya sobrepasado este límite es una muestra de falta de previsiones de la administración.
“La recolección presenta un panorama que deja mucho que desear. Emaseo aduce un colapso en su infraestructura técnica y de vehículos, pero debían tomarse medidas oportunas para evitar esta situación”, señaló el edil. Critica que no se haya planificado con antelación las renovaciones, pues al adquirir un equipo ya se conoce cuál será su vida útil.
Sobre este punto, el director de Maquinaria y Equipo de Emaseo, Pablo Moreno, explicó que la empresa hace mantenimiento constante en los talleres de los centros logísticos de la Occidental y de la Forestal. En las instalaciones del norte trabajan 53 personas y en las del sur, 24. Tienen tres turnos rotativos que cubren las 24 horas.
Villacís recalcó que es importante la corresponsabilidad entre Emaseo y la ciudadanía. Aún existen personas que sacan la basura a deshoras o colocan objetos pesados en los contenedores y eso los daña.
En los centros logísticos se verifica el estado de los vehículos de carga lateral y carga posterior, las barredoras, las hidrolavadoras y otros equipos que se usan en la recolección de las cerca de 2 000 toneladas de basura que genera Quito por día. El mantenimiento de rutina incluye chequeo, lavado y engrasado diario de los vehículos. También, se reparan averías.
Con el plan a corto plazo no solo se renovarán vehículos que ya cumplieron su vida útil sino que se adquirirán más, para reforzar la flota y mejorar el servicio, explica Villacís. Según el Censo del 2010, en Quito se cubre el 96,5% de demanda.
Con el alza de la tasa, Emaseo y la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs) recibirán unos USD 6 millones anuales más, según el concejal Marco Ponce, presidente de la Comisión de Presupuesto del Cabildo.
Además de la renovación de equipos, el dinero se usará en el pago de jubilaciones y en cubrir el monto extra que cobra la Eléctrica Quito por el servicio de recaudación de la tasa de recolección. Esta pasó del 3 al 10% del total, a raíz de una regulación gubernamental, lo que ocasionó un desfinanciamiento, según Ponce.
La ordenanza también incluye una transitoria que dispone el inicio de la fusión entre Emaseo, con 1 400 empleados y Emgirs, con 160, en un plazo inicial de 90 días. Según Ponce, este es un paso lógico debido a la naturaleza de sus trabajos. “Esto implica, probablemente, una ayuda para la autosustentabilidad, porque Emgirs está impulsando un sistema para aprovechar la basura y convertirla en bienes para la empresa”.
El concejal Páez señaló que se hizo una consultoría que recomienda la fusión y que el bloque de AP sugirió en el primer debate de la ordenanza que se avance en este proceso.
Según el edil, en sus recorridos por barrios del norte y sur de Quito, así como en parroquias rurales, los concejales de su bloque han recibido quejas con respecto del servicio. El Concejo ha cumplido su parte al resolver el planteamiento de incrementar la tasa, generar recursos y enfrentar con mayores elementos la gestión. Ahora le toca a los responsables del servicio, puntualizó Páez.