Redacción Quito
Aunque el estiaje en el país continúe, el abastecimiento de agua potable en la ciudad seguirá normal. Así lo aseguró ayer la Empresa Metropolitana de Alcantarillado y Agua Potable (Emaap). Esta entidad explicó que activaron uno de los dos planes para evitar que haya racionamientos de agua.
El miércoles, Othón Zevallos, gerente general de esta entidad, advirtió de la posibilidad de que la falta de lluvias y el consumo del líquido vital pudieran ocasionar racionamientos. “Si seguimos con este estiaje, hasta marzo tendremos agua en los embalses, de ahí tendríamos que empezar a restringir”.
Cuatro consejos
No deje la ducha abierta mientras se enjabona. En un minuto se pierden 20 litros de agua potable. Según un estudio, solo se necesitan 5 minutos diarios para bañarse.
El inodoro consume entre 8 y 12 litros de agua en cada cambio. Por esto, es indispensable correr la palanca solo cuando sea necesario.
Cuando riegue las plantas no use una manguera, es mejor utilizar jarras o baldes. Hágalo en horas donde haya menos sol para evitar que el agua se evapore. Luego de las 18:00 es lo más aconsejable.
Para cepillarse los dientes o afeitarse utilice un vaso con agua. Si usted deja correr el agua mientras realiza esta actividad se perderán hasta 40 l.Los dos planes proveerán agua a la ciudad y a su vez mantendrán el nivel regular de los dos embalses más importantes del Distrito: La Mica Quito Sur y Salve Faccha (la ciudad tiene cuatro sistemas de abastecimiento: Papallacta, Pita, Mica y Reservas Occidentales que abarcan Lloa, Atacazo y El Placer).
La primera medida para evitar las suspensiones del servicio es la utilización de una tercera bomba. Esta extrae agua de los ríos Papallacta, Blanco Chico y Cojanco. El sistema ya fue habilitado, por lo que la Emaap dejó de traer 600 litros por segundo desde el embalse Salve Faccha (Napo) hasta Bellavista, en Quito.
La segunda opción es la utilización de pozos de reserva de la zona urbana. Con estas alternativas pretenden disminuir el uso del caudal de las reservas y mantener los niveles actuales, hasta que llegue la temporada de lluvia en la Amazonia, donde está ubicado el sistema Papallacta.
Hasta ayer, el nivel del embalse Salve Faccha era de 3 886 metros sobre el nivel del mar (óptimo para su funcionamiento). Según la Emaap, de continuar el estiaje y si los dos planes de la Emaap no fueran activados, el nivel pudiera bajar hasta los 3 882 msnm (cota mínima) y pudiera haber racionamientos.
Pero ayer, la planta de tratamiento de Bellavista (hasta donde llega el líquido desde Papallacta) se encontraba llena de agua para ser tratada y distribuida a la ciudad. Esta planta procesa hasta 3 000 litros por segundo en horas pico, pero durante el resto del día genera 2 600 l.
La ciudad necesita 7 000 litros de agua por segundo para satisfacer a los usuarios. Para Carlos Espinosa, jefe del departamento de Producción de la Emaap, este volumen es excesivo por el mal uso que los ciudadanos dan al líquido. Durante 2009, la empresa distribuyó 196 992 131 m³ de agua a todo el Distrito; julio fue el mes en que más agua se entregó 18 059 043 m³.
A Gloria Mera le preocupa más no tener agua que luz en su casa. Mera vive en El Tejar, cerca de donde se encuentra ubicada la planta de tratamiento de El Placer, y jamás ha pensado en ahorrar agua. “Uno solo abre la llave y ya le cae agua. Hace años dejamos de pensar en los cortes. Ya ni esperamos a los tanqueros para que traigan agua”.
Para Leoncio Galarza, gerente de Operaciones de la Emaap, este es uno de los aspectos que motiva el uso desmedido del líquido vital. Sin embargo, Galarza garantizó que Quito tendrá agua por 50 años más. “Tenemos proyectos en ríos orientales que podrán abastecer sin problemas”.
No hay estudios de las pérdidas de líquido en el Distrito. Sin embargo, las parroquias rurales utilizan más el agua. Mientras en la urbe una persona consume 230 litros por día, en Tumbaco usan 430. Según la entidad municipal, en esos sectores el agua potable se utiliza para el riego.
Pero además de la mala utilización, los daños en las tuberías de las casas son también otras fuentes de gasto. Una pequeña fuga en la bomba del inodoro consume hasta 20 000 litros al mes.