La provincia de Esmeraldas está contemplada en el mapa de riesgo del país, debido a los efectos del cambio climático.
Con el anuncio de llegada de el fenómeno de El Niño, entidades educativas han empezado a crear conciencia entre la población para que sepan qué hacer en caso de una eventualidad provocada por las lluvias, deslizamiento de tierra e inundaciones.
Una de esas iniciativas partió desde la Pontificia Universidad Católica de Esmeraldas, que a través de VIII Foro Climático Regional, denominado ‘Situación perspectivas climáticas regionales para la provincia de Esmeraldas trimestre agosto-octubre 2015’, busca entregar mayor información a la población vulnerable.
Al encuentro convocado para el 20 de agosto de 2015, en la provincia de Esmeraldas, norte del Ecuador, asistirán los representantes de la Secretaría de Gestión de Riegos (SGR), Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) y Municipio de Esmeraldas.
La reunión se realizará en el salón Euskadi de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, sede Esmeraldas (Pucese), desde la 08:00.
Al foro ha sido invitada la sociedad civil para que conozca los cambios que se están experimenta en la naturaleza, y el anunciado fenómeno de El Niño. En los cantones de Esmeraldas sigue lloviendo, pese a que en teoría está en verano.
Catedráticos, como el ambientalista Juan Montaño, estarán dentro del foro, que apunta a generar conocimientos desde la academia y en la población esmeraldeña, diagnosticada como unas de las más sensibles por estar en laderas y junto a ríos.
Esmeraldas se caracteriza por tener un suelo arcillosos que se desprende con facilidad con pocos lluvias, explica Betto Estupiñán, representante de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR).
Además, un importante número de la población habita junto a las riberas de los ríos Esmeraldas y Teaone, que pueden ser afectadas con los desbordamientos, como ha ocurrido en otras ocasiones.
Pero también puede ser afectada la población que habita junto a los ríos Blanco y Quinindé, en la zona central, que aumentan su caudal, explica la representante de Unidad de Gestión de Riesgos del Municipio de Quinindé, Dolores Villegas.
A las autoridades de los municipios costeros como Esmeraldas, Rioverde, Eloy Alfaro y Muisne, les preocupa que, según los últimos reportes del Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar), las precipitaciones pudieran continuar durante el verano, lo que generaría un incremento en el nivel del mar.
Por ese motivo, esos cabildos toman precauciones dejando listos los planes de contingencias para atender cualquier eventualidad.
Eli Torres, de la Unidad Gestión de Riesgos del Municipio de Muisne, asegura que la atención está puesta en la Isla de Muisne y San Francisco del Cabo. En esa población, el último oleaje fuerte afectó 11 casas y 41 personas que habitaban junto a la playa.
Según datos del Comité Nacional para el Estudio Regional del Fenómeno El Niño (Erfen), las condiciones oceánicas registradas durante los meses de junio y julio entre el Ecuador continental y las islas Galápagos mantienen valores de temperatura del mar superior a 3°C, que rebasa el promedio normal para la época, desde la primera semana de mayo de 2015.
Por la experiencia vivida con el fenómeno del El Niño de 1998, el ambientalista Juan Montaño asegura que la población ha ido capacitándose a través de varios planes que partieron desde el Municipio de Esmeraldas, desde el 2000, hasta contar con una agenda de reducción de riesgos que sigue aplicándose para prevenir daños mayores.