Un hombre falleció luego de sufrir un accidente laboral en Chillogallo, sur de Quito. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Vladimir Olaya, de 22 años, murió la tarde de este miércoles 28 de septiembre del 2016, tras un accidente laboral.
“!Ha sido la peor noticia! Cómo es posible que haya pasado”, preguntaba el padre del muchacho a los agentes de la Dirección de Delitos Contra la Vida (Dinased), quienes indagaban sobre cómo ocurrieron los hechos.
El principal testigo es un amigo de Vladimir y compañero de trabajo. Él, quien prefiere que su nombre no se publique, contó que ambos fueron contratados para pintar la fachada de una casa, ubicada en la calle Rafael García y Manuel Chérrez, en Chillogallo, en el sur de Quito.
“Estábamos pintando normal, cuando escuché un estruendo porque mi amigo se había tocado con los cables de alta tensión y luego de unos minutos cayó a la vereda”, recuerda.
El testigo indica que ya no pudo ayudar a la víctima, se había golpeado la cabeza contra el suelo y de sus oídos salía sangre. Lo único que pudo hacer por él fue llamar al ECU 911 para solicitar una ambulancia. Y más tarde fue el encargado de dar la mala noticia a la familia del muchacho.
Vladimir trabajaba como albañil y pintor debido a la crisis económica, pues necesitaba llevar comida a su hogar y mantener a su esposa y a su bebé de ocho meses de vida.
“Ya no tendrá papá, qué vamos hacer”, comentaba el afligido padre. Justamente de él había aprendiendo el oficio de pintor y, en lugar de esperar a que le llamen de un trabajo, se ofrecían para hacer mantenimiento en casas y toda clase de arreglos.
Una ambulancia acudió al sitio del suceso y los paramédicos intentaron estabilizar al joven, pero su estado era grave. Llegó a Emergencias del Hospital Padre Carollo, en el sur, donde se certificó su muerte.