En el 2013 fue recapturado el líder de Los Choneros. El Ministerio del Interior dice que tenía nexos con ‘Ej Chapo’. Foto: Archivo
Un exfuncionario público es una pieza clave para confirmar si Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán estuvo o no en el país hace más de 10 años. Sobre él hay pocos datos: trabajaba en el Registro Civil de Manabí y fue detenido junto con líderes de Los Choneros. Esta era una peligrosa banda que se dedicaba al microtráfico de droga, al sicariato y otros delitos.
Las investigaciones incluso establecieron posibles nexos de sus principales cabecillas con el cartel de Sinaloa, que era manejado por Guzmán.
En el 2013, los agentes ya habían identificado que Los Choneros usaban cédulas falsas para operar en el país.
En octubre de ese año, por ejemplo, fueron 13 personas a quienes se les identificó como cabecillas y colaboradoras de esta mafia. Durante las investigaciones se determinó que uno de ellos precisamente trabajaba en el Registro Civil de Manta. A ellos se los acusó de preparar la fuga de 18 privados de libertad de la entonces cárcel de La Roca, en Guayaquil.
El miércoles pasado, Serrano recordó que Los Choneros tenían como modalidad suplantar identidades a través de cédulas falsificadas.
Pero esta vez, información de Inteligencia descubrió que esos documentos fueron a parar a manos de mexicanos.
“… Aproximadamente entre 20 y 30 ciudadanos mexicanos habían suplantado sus identidades para estar en el Ecuador y, obviamente, de acuerdo con información de Inteligencia, se ha establecido que, posiblemente, uno de esos 30 mexicanos pudo haber sido Guzmán”, apuntó Serrano.
Ese día, el presidente Rafael Correa solicitó al Ministro que confirmara si el capo más rico del mundo estuvo o no en el país con una cédula falsa.
Tras la fuga de La Roca, Inteligencia de la Policía descubrió que al menos tres prófugos usaron documentos falsos para salir del país: alias ‘Empresario’, alias ‘Rasquiña’ y alias ‘La Bestia’. Serrano dice que estos dos primeros han sido identificados por la Policía como los nexos de cartel de Sinaloa en el Ecuador. Su trabajo consistía en dar seguridad a los cargamentos de droga que pasaban por el país.
El testimonio de uno de los prófugos de La Roca, que dio a la Policía, identificó al funcionario detenido como la persona que se encargaba de tramitar las cédulas para los Los Choneros.
En esa operación, una de las casas que se allanaron fue la de este funcionario, ubicada en un conjunto, en Portoviejo.
Allí, la Policía halló documentos, dos armas de fuego que estaban en una cómoda y, en otro dormitorio, un fusil automático sin serie y sin marca.
Estos detalles constan en el proceso 09906-2014-0171, que lleva el Sexto Tribunal de Garantías Penales del Guayas al que accedió EL COMERCIO.
En octubre de l 2015, el funcionario fue condenado como encubridor. “En concordancia con el artículo 44 del Código Penal y, debido a que esta conducta ya no se encuentra penalizada incluida en el tipo penal, se considera extinguida la acción penal en su contra”, se lee en la sentencia. Y quedó en libertad.
El 12 de enero pasado, Serrano aseguró que en el Ecuador no está presente el cartel de Sinaloa. “Hemos tenido bandas intermedias, 10 cabecillas ecuatorianos que operaban con carteles internacionales”.
Según él, en el Ecuador han sido capturados 22 ciudadanos de México que estarían vinculados con drogas.
Tres mexicanos, oriundos de Culiacán, en Sinaloa, fueron arrestados en Guayaquil, en marzo del 2011. En el proceso penal, la Fiscalía aseguró que la organización enviaba toneladas de droga a México y EE.UU. que adquiría a carteles colombianos.
La droga llegaba de Manta a unas bodegas de Guayaquil. Toda la operación se camuflaba tras una empresa exportadora de aceite.
Otros dos mexicanos relacionados al cartel de ‘El Chapo‘ fueron detenidos el 6 de junio del 2013, en el operativo Galaxia, en El Empalme (Guayas). Se decomisó casi media tonelada de cocaína que iba a ser enviada a México, a bordo de la avioneta Centurión II. Uno de los extranjeros era el piloto.
En febrero del 2015, en cambio, los agentes apresaron a siete mexicanos en Quinindé (Esmeraldas). La razón: integraban una red que pretendía trasladar cocaína en avioneta.