Más de 140 combatientes chiitas murieron en enfrentamientos con el Ejército yemenita en Saada, en el norte del país, informaron ayer fuentes militares. Mientras tanto, el Gobierno acusó a los rebeldes de usar de escudos humanos a civiles indefensos.
Los combatientes chiitas, que reclaman la independencia de su provincia, en la frontera con Arabia Saudita, murieron en el curso de violentos combates, pese a la suspensión por algunos días de las operaciones dispuestas por el Gobierno, por el fin del Ramadán (el mes de ayuno diurno para los musulmanes).
Los enfrentamientos comenzaron cuando los combatientes atacaron la ciudad de Saada, desde tres partes. La intención era conquistar el Palacio Presidencial, edificio público símbolo del poder estatal de la provincia. Saada es la capital de la provincia homónima y bastión de los combatientes chiitas.
El Ejército yemenita rechazó los ataques, que rompieron con la tregua proclamada 24 horas antes, por las fuerzas gubernamentales. Entonces se produjeron los violentos enfrentamientos. “Más de 140 cadáveres de rebeldes han sido recuperados hasta ahora”, dijo la fuente militar. Saada. ANSA