En la ciudad de Pedernales empezaron las demoliciones. La familia Sabando recupera lo poco que les queda. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
Pedernales entra en una nueva fase: la de demolición de su infraestructura. El 70% de inmuebles en el cantón manabita quedó destruido. Hay edificios en pie, pero el colapso interno obliga a derribarlos. Esta mañana -jueves 28 de abril- el centro de la ciudad despertó bloqueado. Militares y policías custodian los sectores en donde iniciaron las demoliciones.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército, una delegación de técnicos británicos y autoridades locales coordinan esta nueva etapa que inició oficialmente desde el miércoles 27 de abril. Poco a poco, las máquinas irán derribando todo. El tiempo apremia; los edificios públicos colapsaron y se quiere levantar nuevas edificaciones.
La casa de la familia Sabando fue de las primeras en ser derribadas. Tras el terremoto, el primer piso del inmueble quedó aplastado por las otras dos plantas. Antes de que la excavadora iniciara la demolición, los Sabando intentaban sacar lo poco que allí quedó: una refrigeradora, un par de sillas y mesas, y un armario.
El primer piso alquilaba a Francisco Navarrete, un médico jubilado de 60 años que llegó en el 2015 a Pedernales. Él instaló un centro de especialidades en la ciudad. Ese 16 de abril, Navarrete y un grupo de oftalmólogos atendieron a decenas de usuarios. Cerraron el local a las 18:00 y partieron hacia Cojimies, a unos 35 kilómetros de Pedernales.
Francisco Navarrete, un médico jubilado y su familia recuperan objetos de su consultorio médico de los escombros en Pédernales. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
Una hora después, el terremoto sacudió la tierra y el consultorio quedó sepultado. “Estamos vivos de milagro”, relata el médico, quien llegó esta mañana a recuperar algunos aparatos que no sufrieron daños.
Las excavadoras hacen un trabajo titánico: con el brazo mecánico van golpeando los bloques de cemento de las estructuras. Cada edificio tiene su particularidad. No hay tiempos estimados de duración de las demoliciones. La casa de los Sabando, por ejemplo, empezó a ser destruida al mediodía de ayer, miércoles 27, y recién hoy los operarios lograron derribar lo dos pisos que quedaron en pie.
Las tareas de demolición comenzaron en Pedernales. Algunas personas han optado por recuperar objetos que han quedado entre los escombros. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
El Municipio y la Secretaría de Gestión de Riesgos coordinan con los propietarios de los inmuebles las demoliciones. Los dueños firman un documento en el que autorizan la destrucción.