Estados Unidos, un país siempre complicado

La secretaria Adjunta de EE.UU., Roberta Jacobson (cen.), junto al embajador Adam Namm, se reunieron con el canciller Ricardo Patiño (der.) Foto: Jenny Navarro / EL COMERCIO

La secretaria Adjunta de EE.UU., Roberta Jacobson (cen.), junto al embajador Adam Namm, se reunieron con el canciller Ricardo Patiño (der.) Foto: Jenny Navarro / EL COMERCIO

La secretaria Adjunta de EE.UU., Roberta Jacobson (cen.), junto al embajador Adam Namm, se reunieron con el canciller Ricardo Patiño (der.) Foto: Jenny Navarro / EL COMERCIO

Para hoy, 5 de noviembre, el canciller Ricardo Patiño dará a conocer los resultados de la reunión con la Secretaria Adjunta para asuntos hemisféricos de Occidente de Estados Unidos, Roberta Jacobson.

La visita de la funcionaria se dio en un contexto en las no siempre fáciles relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Ecuador, que comenzaron a tener dificultades desde casi el inicio de la llegada de Rafael Correa a Carondelet.

Ya en tiempos de campaña electoral, el Mandatario habló de la salida de la Base Militar en Manta. Decía que, si querían conservarla, deberían permitir una base militar ecuatoriana en Estados Unidos.

Han sido varios los momentos tirantes.

En mayo del 2008, el bombardeo de la Fuerza Aérea Colombiana en Angostura, territorio ecuatoriano, donde se encontraba un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, fue la primera piedra de esta tirante relación. En la información recopilada, se conoció que habría una participación de la CIA para ayudar la acción de la fuerza militar colombiana.

Dos años después, en junio, la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton visitó el país, mantuvo reuniones con el presidente y el canciller Ricardo Patiño. Fue en el marco de un contexto diplomático difícil entre Colombia y Ecuador. La presencia de militares estadounidenses era el motivo de ello. Correa destacó su visita como una de las de más alto nivel de Estados Unidos, pero que el tema de las siete bases norteamericanas en el país vecino era parte primordial de la agenda.

En el 2011, las relaciones se complicarían. La embajadora Heather Hodges fue declarada persona non grata por el Gobierno luego de conocer los cables diplomáticos filtrados por Wikileaks. Estados Unidos actuó con reciprocidad y expulsa al embajador ecuatoriano Luis Gallegos.

En mayo del 2012, el embajador Adam Namm reemplazó a Hodges para retomar una diplomacia que se había quedado solo a nivel de agregados comerciales por algo más de un año.

Todo parecía mejorar, pero la participación de Namm en un acto realizado en la Unión Nacional de Periodistas por el día de la libertad de expresión, y sus opiniones sobre la relación del país con Irán. El presidente lo calificó de “metido”.

Otro momento difícil fue la salida de la Agencia de Cooperación para el Desarrollo (Usaid). La organización abandonó el país después de 53 años de actividades. Faltó el acuerdo bilateral para su permanencia. El decreto 016, que limitaría el trabajo de organizaciones y fundaciones, habría sido la causa de ello.

Las relaciones tampoco han sido fáciles porque el país ha sostenido constantes críticas hacia Estados Unidos, sobre todo porque la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se encuentra en Washington. Ecuador sostiene su salida de allí porque no puede tener como sede un país que no ha firmado los acuerdos correspondientes.

Rafael Correa visitó Estados Unidos este año, pero fue por razones académicas. En el 2009 estrechó la mano con su par Barack Obama durante la V Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago. ​

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