El Departamento de Estado negó ayer participación alguna de militares estadounidenses en Honduras en el golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya.
“El personal militar (estadounidense) no estuvo involucrado en el vuelo que transportó al presidente Zelaya a Costa Rica el 28 de junio”, sostuvo el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Philip Crowley, ante versiones de que el avión que llevó a Zelaya fuera del país tras el golpe de Estado repostó en la base hondureña de Soto Cano, usada por militares estadounidenses.
De otro lado, el vocero confirmó que se encuentra de camino a Washington una delegación que representa los intereses del Gobierno de facto en Honduras, e indicó que la comisión será recibida mañana (hoy) por el secretario de Estado adjunto en funciones, Craig Kelly. En el encuentro, Kelly “continuará animando” al Gobierno de facto a aceptar un acuerdo.