Washington. AFP
El intento de atentado contra un vuelo Amsterdam-Detroit el día de Navidad fue posible debido a un “fallo colectivo” de los servicios de inteligencia, admitieron hoy el responsable de antiterrorismo estadounidense, Michael Leiter, y el director de Inteligencia Nacional, Dennis Blair.
El nigeriano acusado del atentado, Omar Faruk Abdulmutalab, “no tenía que haber subido al avión el día de Navidad. El sistema contraterrorista sufrió un fallo colectivo”, dijo Leiter, director del Centro Nacional de Lucha Antiterrorista (NCTC) , en una comparecencia ante el Congreso.
La justicia estadounidense acusa a Abdulmutalab, un nigeriano de 23 años, de tentativa de destrucción de un avión por su intento fallido de hacer estallar el vuelo 253 entre Amsterdam y Detroit.
En su declaración, Leiter y Blair indicaron que los servicios de seguridad habían recibido “información estratégica” de que el grupo Al Qaeda en la Península Arábiga estaba planeando una ataque. Sin embargo, nadie decidió ajustar la lista de vigilancia.
“Además, los analistas de la información (…) no comprendieron los fragmentos de información de lo que más adelante resultó ser Abdulmutallab, por lo que no lo pusieron en la lista de vigilancia antiterrorista”, añadieron.
Otras advertencias ignoradas incluyen un testimonio del propio padre de Abdulmutallab, preocupado porque su hijo se estaba convirtiendo en un militante radical.
La información incluso incluía “un nombre parcial, una indicación sobre un nigeriano”, indicaron los jefes de la seguridad en su declaración conjunta.
“Pero no hubo nada que reuniera todo, y tampoco lo hicimos en nuestros análisis”, explicaron.
Blair y Leiter, que se presentaron en la audiencia junto a la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, prometió “ un análisis penetrante para fortalecer tanto el desempeño humano como técnico ” .
En su defensa, Blair y Leiter indicaron que el Centro nacional de contraterrorismo “recibe literalmente miles de fragmentos de información de inteligencia de todo el mundo, revisa literalmente miles de nombres y coloca cada días más de 350 personas en la lista de vigilancia”.