Se trata de una ‘revolución’ de la Ley electoral en EE.UU., que, sin embargo, tiene detractores.
La Corte Suprema estadounidense decidió ayer autorizar a las empresas a financiar libremente las campañas electorales nacionales. Los nueve jueces decidieron que las corporaciones estadounidenses podrán usar libremente sus fondos para financiar anuncios de campaña tanto a favor como en contra de un potencial candidato.
La medida anula una decisión de hace dos décadas, que obligaba a las empresas a usar fondos solo mediante un comité de acción política especial.
La Corte Suprema también decidió que si un anuncio electoral no es financiado por un candidato o su partido, el nombre del financiador deberá aparecer claramente. En contra de la opinión del gobierno de Barack Obama, que defendía la antigua regla y que deploró la reforma, los jueces dijeron que esta supresión de límites de financiación por parte de las empresas no presenta un riesgo de corrupción incrementado. Obama es un fuerte crítico de la presión de los “intereses especiales” sobre las campañas. Washington, AFP