Redacción Sociedad¿La educación es tratada como un derecho? La mayoría de las constituciones de nuestros países no duda en decir que la educación es un derecho fundamental y le atribuye fines nobilísimos. Pero en la práctica, cuando se traduce en políticas publicas, no es así. No se da el presupuesto que requiere. Los estándares internacionales hablan de la necesidad de un 6 % del Producto Interno Bruto y el promedio en la región llega con duras penas a un 5 %. ¿Por qué no existe mayor interés en este tema? El problema es que educación no se considera un derecho humano fundamental… Quienes están fuera de las oportunidades educativas, son las comunidades indígenas, las minorías sociales y étnicas, las personas con discapacidades y las niñas y adolescentes. La educación se concibe como un servicio y un privilegio, no un derecho.
¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ? Su experiencia. Es relator especial de la ONU sobre el Derecho a la Educación, desde julio del 2004. Llegó a Quito para participa en el II Encuentro Andino sobre educación. Su punto de vista. Dice que el problema de la educación es que no se le considera un derecho humano, sino un privilegio.
¿Qué sucede entonces con la educación gratuita? Uno de los principios fundamentales es que la educación debe ser gratuita, obligatoria y laica. El Estado debe tener una oferta educativa de calidad en la cual todas las personas tengan cabida. ¿Y los centros privados? Los instrumentos del derecho internacional tutelan la libertad que tienen las personas para las iniciativas privadas. No se podría considerar a la educación privada como algo que atente a los derechos humanos. Lo inaceptable es que estas sustituyan a las obligaciones de los Estados. Una de las brechas entre la educación privada y la pública es el acceso a la tecnología. ¿Qué significa eso? Demuestra que el sector público no logra tener una inversión que acerque a las personas a las tecnologías modernas, como sí lo hace la educación privada porque cobra por ello. No solo es un tema de recursos y financiamiento, es un tema de desarrollo de capacidades a través de políticas públicas que atiendan la diversidad social y cultural.Entonces, ¿qué importancia tiene la educación intercultural bilingüe? Es a través del proceso intercultural y bilingüe que las poblaciones indígenas podrían resolver muchas de sus necesidades educativas. Pero también es una manera para que las poblaciones no indígenas se sensibilicen, conozcan y respeten la cosmovisión, las lenguas y las culturas de estas comunidades que forman parte de un mismo país. ¿Se requiere que la población aprenda las lenguas indígenas, por ejemplo? No hay que aprender quichua para respetar a la cultura quichua. No es que una persona que está escolarizada necesariamente tiene que aprenderlo. Pero otra cosa es pensar que esa cultura sea de menor valor, invisibilizarla. El tema también pasa por sensibilizar a la población indígena acerca de la dignidad de los pueblos. ¿Cómo se entiende al analfabetismo hoy en día?La visión de analfabetismo puede variar dependiendo de las circunstancias culturales. La alfabetización no resuelve los problemas educativos. Es, de alguna manera, un premio de consolación. Las políticas públicas no pueden acabar en el analfabetismo, sino que es una puerta de entrada que debe continuarse con una oferta educativa que abarque a todas las personas… ¿Es posible aplicar un modelo educativo para todos?Lo único que debe haber para todos son las oportunidades, pero tampoco puede haber un currículum a la carta. El Estado difícilmente podrá tener tal variedad (…) para responder a las necesidades de todos los pueblos. La educación debe fortalecer los procesos de democratización para que la educación responda a las necesidades de las comunidades. El Estado debe ser un animador, pero también un garante. En Ecuador se evalúa a los profesores ¿Es una opción para mejorar la educación?La evaluación es importante, pero no solo de los profesores, también de las autoridades políticas, de los estudiantes, de toda la comunidad educativa. Muchas veces, a los maestros se les exige una serie de funciones para la cual no se les ha preparado. Una evaluación desconectada de las oportunidades de capacitación, de ofrecerles salarios dignos, no tiene sentido.