El ecuatoriano (centro) llegó acompañado de los militares de Colombia hasta el Puente Internacional de Rumichaca. Ahí se reencontró con sus familiares. Foto: Javier Montalvo/ para El Comercio
Danny M., un comerciante ecuatoriano, de 37 años, retornó de Colombia a Ecuador, tras ser liberado de un grupo armado que lo secuestró el 21 de septiembre del 2020.
Un operativo conjunto del Grupo Antiextorsión y Secuestro (Gaula), de Colombia, y la Unidad Antisecuestros y Extorsión (Unase), de Ecuador, permitió que recobre la libertad la madrugada del jueves 24 de septiembre. El ciudadano permaneció retenido en un inmueble abandonado de la ciudad fronteriza de Ipiales. En las acciones de la fuerza pública fueron detenidos dos hombres que custodiaban al ecuatoriano.
Según Carlos Beltrán, comandante del Gaula, de Nariño, los secuestradores que aseguraban ser miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) exigían USD 20 000 a la familia de la víctima a cambio de liberarlo. Caso contrario amenazaban con quitarle la vida.
Danny M. relató a los miembros del Gaula y la Unase que los secuestradores lo contactaron mediante una oferta de préstamo de dinero, que se ofrecía a través de las redes sociales.
Beltrán explica que ese es el ‘gancho’ que utilizan ahora los secuestradores, que operan en la zona limítrofe.
El ecuatoriano, que reside en Quito, viajó hasta la frontera. Cruzó a Colombia por un paso informal y se contactó con las personas que presuntamente prestaban dinero. Luego fue secuestrado. Tras su liberación se reencontró con sus familiares, la tarde del 24 de septiembre último, en el Puente Internacional de Rumichaca.
Este es el segundo caso que ocurre en esta zona fronteriza reportado en los dos últimos meses. En agosto pasado, la Unase liberó a otro ecuatoriano, que estuvo secuestrado cuatro días en Tulcán.
Igualmente, el ciudadano que reside en Cayambe informó que viajó a Tulcán para contactarse con personas que ofrecían préstamos de dinero por las redes sociales. Esa vez, la Policía Nacional alertaba a las personas no confiar en esas ofertas de dinero fácil, porque detrás actúan bandas de delincuentes que operan a través de las redes sociales desde Ipiales y Tulcán.