Ecuador es un país de emigrantes y pese a ello, muestra intolerancia hacia los extranjeros. Si bien entre el 42% y 68% de los ecuatorianos ha tenido un familiar viviendo en el exterior, del 2010 al 2014, el 37% de la población está de acuerdo con levantar muros para evitar el ingreso al país de indocumentados. Además, el 73,3% cree que es mejor deportarlos. Apenas el 14% cree que se les debiera dar un trabajo.
Estos números se desprenden del estudio que llevó adelante la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y que el jueves se presentó bajo el título de ‘Las Américas y el mundo.- Ecuador 2014’. Es la tercera edición (las anteriores fueron en el 2010 y 2012) de este estudio que llevan adelante países como Chile, Argentina, México, Brasil, Perú, entre otros; se sumaron a esta iniciativa que nació hace 10 años en México.
“Es una señal preocupante”, dice Jacques Ramírez, quien aportó para este libro con el estudio sobre movilidad humana. Y reconoce que hay algo que no va de la mano con una política estatal a favor de la ciudadanía universal. Con ello, sostiene, llama la atención que para el ecuatoriano persiste la idea del inmigrante deseable, que son fundamentalmente estadounidenses y españoles. Sería, entonces, la “construcción blanco-mestiza moderna (…) en términos del modelo de Estado sobre el cual se fue construyendo este modelo imaginario del migrante deseable”.
EE.UU., no tan lejano
El estudio tuvo como director al excanciller Francisco Carrión. A diferencia de otros, como la de Latinobarómetro o de la Universidad de Vanderbilt, conocida como ‘La Pop’, este se detiene en política internacional. Además,“no pretende dar ninguna hipótesis; esa es tarea de los investigadores, académicos y aquellos que toman decisiones”, como puede ser la Presidencia y el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Se trata de un estudio en el que se revela cuál es la percepción de los ecuatorianos ante la política exterior ecuatoriana y la situación mundial. Sin embargo, consultado si los informes anteriores provocaron alguna decisión, reconoce desconocerlo. Uno de esos datos afirma que para los ecuatorianos, la mayor amenaza es el cambio climático, que ha sido una constante en las tres ediciones.
Pero el estudio, elaborado sobre 1 800 ecuatorianos de la Costa, Sierra, Amazonía y al que se incluye por primera vez a los agentes de frontera -“para quienes la política internacional” es algo fundamental, dice Carrión- Estados Unidos no es el problema.
Junto con Alemania, son los países con mayor aceptación, aunque lo consideran más un socio que un amigo, como lo es Venezuela. Además, están convencidos de que el país debe propender a los tratados de libre comercio, porque no solo ayudaría al país sino que con ello se mejoraría el nivel de vida de los ecuatorianos.
Otros datos
Interés. Hay una mayor preocupación por las relaciones internacionales de Ecuador (71,9%) por sobre los asuntos nacionales (69,9%).
Identidad. La identidad nacional va en declive. En el 2012, el 75% se inclinó por la identidad nacional por sobre la local. En esta encuesta es el 69,8%.
Cooperación. El 61,4% cree que el Ecuador debe participar en los procesos regionales, pero sin pretender asumir la posición de liderazgo. El 68% de los encuestados afirma que Brasil es el líder y que debe promover el desarrollo regional.
Globalización. El 77,2% de la población cree que la inversión extranjera es favorable y el 48% piensa lo mismo de la globalización.