Bogotá, AFP
Un ciudadano ecuatoriano denunció que militares colombianos asesinaron a su hermano y lo presentaron como un guerrillero muerto en combates en el sur del país, según declaraciones divulgadas este sábado por el telenoticiero Caracol de Bogotá.
“Yo les dije, sí es mi hermano, ¿pero por qué lo mataron así, con uniforme camuflado? Entonces me dijeron que era un guerrillero dado de baja en combate”, precisó Gregorio Otavalo, al referirse al momento en que fue informado por la policía de la ciudad de Pasto, de la muerte de su hermano, José Antonio.
Los hermanos Otavalo, de nacionalidad ecuatoriana, se dedicaban a vender ropa en poblaciones de los departamentos (provincias) colombianos de Cauca y Nariño (sur) .
Según Gregorio, el último día que vio con vida a su hermano fue el 12 de abril de 2008. Tres días después la policía de Pasto, capital de Nariño (fronterizo) con Ecuador, le mostró unas fotografías del cadáver de José Antonio.
Desde entonces, de acuerdo con el testimonio, el ciudadano ecuatoriano lleva a cabo gestiones para demostrar que su hermano nunca formó parte de los grupos guerrilleros colombianos y para ello designó al abogado William Pérez.
El jurista aseguró que “todas las pruebas nos dan que ellos (militares) prácticamente lo sacaron secuestrado y lo llevaron a la población de Tangua vestido de guerrillero”, en donde lo asesinaron.
El coronel Carlos Camacho, de la brigada 23 del ejército con sede en Pasto, dijo por su parte al canal Caracol que “ en el momento no ha habido ninguna comunicación oficial de la Fiscalía, respecto de las acusaciones que se están lanzando ” .
Agregó que “cuando tengamos conocimiento de una denuncia, estaremos prestos a entregar el soporte documental” que confirme la validez de la acción militar.
La Fiscalía colombiana investiga numerosas denuncias de desapariciones y ejecuciones extrajudiciales por parte de miembros del ejército, ocurridas especialmente en 2008.
El organismo ha podido comprobar que varios jóvenes de barrios pobres de Bogotá fueron engañados con promesas de trabajo y llevados a una región del noreste del país, en donde luego aparecieron muertos y reportados como bajas en combates con grupos armados ilegales.
El jueves pasado, tras una visita de 10 días a Colombia, el relator especial de la ONU para las ejecuciones arbitrarias, Philip Alston, responsabilizó al Ejército de asesinar sistemáticamente a civiles, práctica de la que, dijo, también son responsables las guerrillas izquierdistas.