Ecuagran, ubicada en Guayaquil, se dedica a la importación de trigo y almacenamiento de cereales en silos. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Ecuagran tiene 46 años en el comercio de granos y cereales, pero en el último mes su nombre ha causado convulsión en el mercado de valores, por investigaciones que podrían derivar en acusaciones por fraude bursátil.
El pasado 14 de septiembre, la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros (SCVS) informó que Ecuagran fue suspendida del catastro del mercado bursátil y que inició acciones administrativas.
Hasta agosto, la firma tenía valores impagos en el mercado por USD 291 562,51, entre cupones de capital e interés de sus tres últimas obligaciones bursátiles de largo plazo.
Pero ya Ecuagran estuvo intervenida por la Intendencia Nacional de Mercado de Valores de la SCVS entre abril y septiembre del 2019, período en el cual siguió financiándose a través de operaciones en la Bolsa de Valores de Guayaquil.
La firma negoció USD 1,5 millones en facturas comerciales en mayo del 2019. Las facturas fueron de ventas a Delcorp.
Las dos empresas tienen el mismo presidente ejecutivo, Iván Goldstein.
Durante el proceso de intervención, Summa Raiting calificó el 12 de abril un programa de facturas comerciales de Ecuagran como emisor (emite una factura pagadera a plazo) por USD 7 millones con “doble AA+” y Delcorp como aceptante (acepta que su factura se negocie para que otro inversionista la compre en el mercado de valores).
En ese informe se señala: “En el momento en que el aceptante llegase a presentar mora en los pagos, el flujo de caja de accionistas de la empresa, sería suficiente para cubrir los valores no cancelados al vencimiento”.
La misma firma calificadora, el 18 de abril le otorga “AA+” a un programa de facturas comerciales por USD 29 millones de Delcorp como emisión y Ecuagran como aceptante.
La Ley de Mercado de Valores, Libro II del Código Monetario, establece que las facturas comerciales no son sujetas de calificación. Este Diario intentó contactarse desde el miércoles 23 de septiembre del 2020 por email con Summa, pero el correo estaba deshabilitado.
Tras la intervención, además, la SCSV autoriza el 17 de octubre del 2019 la sexta emisión de obligaciones por USD 15 millones de Ecuagran.
Viviana Vásquez, quien fue la interventora de la empresa, dijo que los informes que presentó al organismo de control tienen carácter reservado, por lo que no dio detalles sobre por qué la firma estuvo intervenida y por qué, tras seis meses, se levantó la intervención.
Casas de valores como Accival, Real o Citadel que han actuado como intermediarias de facturas comerciales y obligaciones de Ecuagran dijeron que nunca se comunicó al mercado un hecho relevante de esa naturaleza o que hubiera tenido algún problema interno.
“Hay balances presentados por la firma que sugieren que su operatividad y negocio estaba en orden, al punto de que la inscripción en el catastro público del mercado de valores estaba activo”, señaló Citadel.
Una firma puede ser intervenida si lo solicitan accionistas por sufrir, o estar en riesgo de sufrir, un grave perjuicio; si se comprueba que en la contabilidad se han ocultado activos o pasivos o que se ha incurrido en falsedades y otras causales.
La SCVS dijo que las facturas comerciales no requerían una autorización del ente para negociarse, porque son valores genéricos, y añadió que estos papeles cumplían con los requisitos de la Autoridad Tributaria, “siendo esta institución la receptora de la información de las compras y las ventas”.
El ente reiteró que las resoluciones de intervención son reservadas y que “las medidas cautelares administrativas se las toma según las circunstancias en apego a la Ley y son levantadas cuando lo superan”.
Ecuagran y Delcorp figuran como participantes en 19 operaciones de facturas comerciales que se negociaron en la bolsa en el 2019. Las facturas en las que Ecuagran aparece como emisor y Delcorp como aceptante suman USD 8,4 millones. Y las facturas en las que Delcorp es emisor y Ecuagran es aceptante suman 6,5 millones.
En total, Delcorp ha emitido, entre febrero del 2019 y junio del 2020, USD 51 millones en facturas en el mercado bursátil. Otra de las aceptantes de las facturas de Delcorp en ese período es Fertisolubles, empresa vinculada en la que Iván Goldstein es el gerente y que se creó en mayo del 2019, cuando Ecuagran dejó de participar en negociaciones de facturas.
Se conoce que de los USD 51 millones, 22,4 millones están en mora, según el Isspol, que es acreedor de ese monto. La ministra de Gobierno, María Paula Romo, quien preside el Isspol, indicó que la entidad no estaba al tanto de la intervención, que es reservada. “Nos enteramos hace una semana”.
Y dijo que la mayor preocupación es que se sabe que Ecuagran fue intervenida por facturas que no estaban soportadas en ventas reales. “Es algo que tiene que investigar la Fiscalía. Nuestras facturas no son de Ecuagran, son de Delcorp y fueron calificadas con AA+”.
Recién en diciembre del 2019, la Junta Monetaria y Financiera reguló de forma más severa la negociación de facturas comerciales. Entre ellas, que no se admitirá facturas de un aceptante en estado de intervención y que las casas de valores que venden los papeles verifiquen que la operación atrás de las facturas sean reales.
Delcorp también tiene deudas impagas en la bolsa por USD 781 260 entre cupones de capital e interés de dos obligaciones emitidas por un monto de USD 22 millones.
El Biess, según el titular del Directorio de la entidad, Jorge Wated, tiene inversiones con Delcorp por USD 5 millones. En cambio, el Fondo del Magisterio confirmó que adquirió obligaciones de Delcorp y Ecuagran por USD 4 millones.
Prospectus, representante de los obligacionistas de la sexta emisión, dijo que hace semanas Ecuagran ofreció presentar un plan de pagos, pero no lo hizo, por lo que inició acciones para recuperar su inversión.
Este Diario pidió, por mail, una posición sobre estas transacciones el jueves pasado al procurador de Ecuagran y de Delcorp, Luis Cabezas-Klaere, pero no respondió.
En contexto
El Isspol reclama USD 22,4 millones por facturas a Delcorp. El Biess tiene inversiones con Delcorp por USD 5 millones. En cambio, el Fondo del Magisterio confirmó que adquirió obligaciones de Delcorp y Ecuagran por USD 4 millones.