63 vuelos se han suspendido desde y hacia Cuenca por las restricciones en la pista del aeropuerto La Mar

Pasajeros en las oficinas de Tame en el Aeropuerto Mariscal La Mar de Cuenca tratando de encontrar formas de desplazarse a otras ciudades del país por el cierre de la terminal aérea. Foto: Giovanni Astudillo / EL COMERCIO

Pasajeros en las oficinas de Tame en el Aeropuerto Mariscal La Mar de Cuenca tratando de encontrar formas de desplazarse a otras ciudades del país por el cierre de la terminal aérea. Foto: Giovanni Astudillo / EL COMERCIO

Pasajeros en las oficinas de Tame en el Aeropuerto Mariscal La Mar de Cuenca. Foto: Giovanni Astudillo / EL COMERCIO

La Corporación Aeroportuaria de Cuenca (Corpac) tiene USD 900 000 como fondo de emergencia que podrá ser utilizado para los requerimientos que la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) indicó con miras a levantar la restricción que pesa sobre la pista del aeropuerto Mariscal La Mar de la capital azuaya.

Tras el incidente que se registró cuando el avión Embraer 190 de la aerolínea Tame aterrizaba en la terminal aérea, el pasado 28 de abril, la DGAC ordenó que se suspendan las operaciones cuando la pista esté mojada. Por esta decisión se han suspendido 63 vuelos, 32 de los cuales en la ruta Guayaquil-Cuenca-Guayaquil y 31 en la Quito-Cuenca-Quito. Eso ha generado molestias entre los usuarios y reclamos de los sectores productivos.

La DGAC dispuso tres recomendaciones. La primera es realizar las mediciones del coeficiente de fricción en pista mojada. La segunda es elaborar los estudios y construcciones para mejorar el drenaje de agua acumulada en la estructura y, finalmente, el recapeo y corrección de la pendiente longitudinal y transversal de la pista.

Según el director de la Corporación Aeroportuaria de Cuenca, Fernando Arteaga, en el comunicado oficial que recibieron este miércoles 8 de junio de 2016, la DGAC observó que existen algunos inconvenientes porque es una estructura antigua, que ha sido recapeada varias veces durante 30 años y se ha acumulado agua entre esas capas, “que está aflorando y causando problemas”.

Luego de incidente de Tame, en el que el avión no pudo frenar y quedó al final de la cabecera sur con 87 pasajeros a bordo, la DGAC ha realizado levantamientos topográficos, y toma de muestras de la pista para hacer sus análisis.

Arteaga dijo que convocó a sus técnicos y pidió apoyo a la corporación municipal de Cuenca para diseñar y establecer un calendario de actividades y los tiempos de ejecución de los trabajos. Agregó que ya cuentan con los estudios para mejorar el drenaje, por lo que los trabajos se pueden iniciar en el corto plazo.

Sobre el recapeo se analizará si se realiza por la zona por donde corren los aviones, es decir en un ancho de 20 metros y en una longitud de 1 900 metros (totalidad de la pista) o en los 1 300 metros que se utilizan para el aterrizaje y frenado. “No se aterriza en el inicio de la pista sino 200 ó 300 metros más adelante del inicio de la cabecera de la pista”.

Arteaga señaló que en el caso de necesitar más recursos que los USD 900 000, que tiene la corporación aeroportuaria como fondo de emergencia, se solicitará crédito para ejecutar las obras los más pronto posible. No se descarta declarar al aeropuerto cuencano en estado de emergencia para acortar los tiempos de contratación de los trabajos, pero esa decisión le corresponde la Directorio de la Corpac, agregó el funcionario.

Hasta tanto, dijo Arteaga, se propondrá a las aerolíneas Tame y Latam y a la DGAC que se modifiquen los horarios de sus vuelos para no coincidir con las horas en las que se han producido los inconvenientes de visibilidad y lluvia durante esta temporada invernal y así evitar la suspensión de los vuelos.

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