23 zonas, en riesgo ante eventual erupción del volcán Cotopaxi

El puente 5 de Junio, en Latacunga, sería afectado por los lahares. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

El puente 5 de Junio, en Latacunga, sería afectado por los lahares. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

El puente 5 de Junio, en Latacunga, sería afectado por los lahares. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

Un estudio detalla con precisión la altura y el ancho de las inundaciones que se pudieran producir sobre 23 zonas del cantón Latacunga, ante un descenso de flujos de lodo y de escombros del volcán Cotopaxi. Esos lahares se generarían por el derretimiento de una parte del glaciar del volcán, en una eventual erupción.

La investigación fue elaborada el año pasado por los técnicos de la Escuela Politécnica Nacional. El informe detalla que se analizó el número de población, nuevas construcciones, infraestructura pública y privada, vías, ríos y puentes de las zonas norte y sur.

Estos lugares son considerados como de alta, media y baja afectaciones por los flujos, que descenderán por los cauces de los ríos Cutuchi, Aláquez, Saquimala y Pumacunchi, que atraviesan Latacunga.

Según el informe, los lahares alcanzarían alturas de entre 10 y 12 metros. El barrio Laigua Simón Rodríguez, de la parroquia Aláquez, es uno de los 23 puntos de afectación.

El poblado de 2 500 habitantes está asentado en las riberas del río Cutuchi. Este afluente se forma con los deshielos del volcán Cotopaxi.


María Rey,
de 83 años, vive a escasos metros del río. La mujer relata que sus abuelos le contaron que cuando el coloso erupcionó (1877), una ola gigante de lodo y piedras bajó por el Cutuchi y arrasó parte del pueblo. Confía en que el
volcán no se active nuevamente y no ocurra nada. “Tendremos que salir a la zona alta donde mis abuelitos se alojaron, hasta que pase la erupción”.

Patricio DeWitt, jefe de Regulación Cantonal del Municipio de Latacunga, explica que el estudio muestra con precisión cómo sería la inundación en el cantón por los lahares.

Citó por ejemplo que el puente Benjamín Terán se destruiría porque el flujo sobrepasaría la altura del paso, que es de 11 metros. El lahar inundaría un centro comercial ubicado a un costado de la vía Latacunga-Quito. “El puente es uno de los más transitados, porque comunica al sector la FAE y otras ciudadelas”.

En el estudio también consta el puente 5 de Junio. Esta estructura comunica al centro de la ciudad con la plataforma oeste de la ciudad. Es considerado el de mayor movimiento comercial. Cerca se levantan el mercado El Salto, la terminal terrestre y cruza la vía Latacunga-Ambato.

Fernando Tapia, técnico de Planificación del Cabildo, explica que el flujo de 15 millones de m³ se depositaría en esta zona. Pasará por encima del puente, 9,5 metros más arriba. Eso afectaría a varias edificaciones importantes, como el Hospital Latacunga. “Cambió la geografía en la última erupción, por eso se contrató el estudio bidimensional para saber con precisión qué puede suceder”.

Para mitigar los impactos de los lahares, el Concejo Cantonal trabaja en la elaboración de una ordenanza para regular el uso del suelo en las zonas consideradas de alto, bajo y mo­derado riesgo.

Gladys Vaca, presidenta de la Comisión de Obras Públicas, dice que en la zona de más alta vulnerabilidad está prohibida la edificación o aprobación de nuevas urbanizaciones, zonas residenciales como en el sector Colegio Hermano Miguel, que está entre el río Aláquez y Cutuchi. También el sector de la Ciudadela Nueva Vida, en el norte de la ciudad. “Estamos analizando la construcción de negocios en estos sitios, que no involucre el asentamiento humano”.

También se prevé la edificación de casas en terrenos de 1 500 metros cuadrados en la zona de media afectación. “La idea es que no se divida el suelo y haya posibles asentamientos no autorizados.

En la elaboración del estudio, los técnicos de la Politécnica adoptaron como referencia los cuatro escenarios que el Instituto Geofísico planteó para la actividad del volcán.

DeWitt dice que los técnicos consideran que el tercer escenario posee un 60% de probabilidades de que pueda ocurrir.

Este contempla una erupción grande, similar a la de 1877, que caracterizaría por la expulsión de flujos piroclásticos y el glaciar se derretiría entre 4 y 10 metros de espesor. “Pese a que el casquete glaciar ha disminuido, el descenso de lahares sería importante. Tendríamos 40 minutos para evacuar, porque es el tiempo que se demora en llegar a la ciudad por los drenajes naturales”.

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