La actividad del volcán Tungurahua disminuyó. En las últimas 48 horas, el coloso arrojó columnas de vapor que alcanzaron los 500 metros de altura, menor a las anteriores semanas.
Los técnicos del Instituto Geofísico, quienes monitorean el coloso desde la base Guadalupe, explicaron que el domingo se escucharon bramidos de baja intensidad. “Se ve que el coloso expulsa vapor sin ceniza. Es un comportamiento diferente al de la semana pasada”, dijo Andrés Ruiz, especialista de la entidad.
Según Ruiz, mientras no haya una evaluación de los informes de sismicidad, el número de explosiones, mediciones de gases y las observaciones, no se puede decir que esté con una tendencia a la baja.
Para el técnico, los bramidos de hace una semana atrás eran escuchados en Riobamba y Ambato, ahora solo se oyen en las poblaciones ubicadas en las faldas de la montaña. “Al parecer se está cumpliendo uno de los tres escenarios planteados por los técnicos . La semana pasada se registraron caídas de ceniza, ahora esperamos que poco a poco se tranquilice”, aseguró Ruiz.
Por eso, los vulcanólogos continuarán con la vigilancia en el volcán, porque no saben qué pasará en las próximas horas.
Ellos dicen que puede volver a incrementarse la actividad. Ayer, el coloso no pudo ser visto desde Guadalupe. Una densa capa de nubes se concentró en esta zona. “Es un limitante, en las noches no se puede observar el cráter para saber si hay incandescencia”. En la tarde del domingo se presentaron lluvias intensas en la zona.
Se registró el descenso de piedras y lodo (lahares) por las quebradas Macayacu, El Tambo y Bramadero de la vía Penipe-Baños, no hubo daños materiales. El vigía de la comunidad de Palictahua, Jorge Totoy, informó que el cráter está cubierto con nieve y no se registró caída de ceniza en las poblaciones aledañas al coloso.