Con el aguacero de que se registró la tarde del jueves 8 de mayo del 2014, se terminó de caer la vivienda de adobe de Rosa Álvarez, de 47 años, en el barrio Santa Teresita, parroquia Chiquintad, al norte de Cuenca.
Su hermana Blanca tuvo tiempo para sacar algunas pertenencias. Hace tres semanas empezó el movimiento de tierra y a caerse por pedazos las paredes.
La zona está afectada por desprendimientos de tierra y la casa de Blanca es la que mayor riesgo corre, porque está cerca de la loma. Hay otras 10 casas de los alrededores que podrían verse afectadas si las lluvias intensas continúan. Blanca solicita ayuda médica, alimentos para su hermana que está enferma.
La humedad podría extender más los desprendimientos de tierra, dijo Javier Murillo, técnico de la Unidad de Gestión de Riesgo del Municipio de Cuenca.
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Según Murillo, Santa Teresita es el único barrio afectado con la destrucción de una vivienda. Pero en la misma parroquia se registraron pequeños derrumbes en vías como la que conduce hacia la planta de agua potable de Tixán.
Carlos Julio Jaramillo, director de Agua Potable de la empresa municipal Etapa, explicó que un derrumbe tapó el canal de conducción y afectó el normal suministro del agua potable. Obreros de la entidad intervinieron en la limpieza de los escombros.
Por esto, varios sectores se quedaron sin el suministro del líquido vital. El Departamento de Operaciones y Mantenimiento intervino en la regulación de las reservas para evitar un mayor desabastecimiento. Pero poco a poco se va regulando el servicio y se prevé que hasta la tarde todos los usuarios de este sistema estén con agua en sus hogares.